Capítulo 79

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María José cerró los ojos sin escuchar más nada, concentrándose únicamente en el aroma que desprendía el cabello de aquella mujer, después de unos segundos suspiró tan fuerte que ella la abrazó con la misma intensidad, otra vez.

Daniela se inclinó hacia atrás mientras le acunaba el rostro con la mano derecha, poder describir con palabras lo que significaba todo esto, era casi imposible, pero si pudiese hacerlo lo calificaría como algo "mágico". No eran una pareja común y corriente, eran dos almas que se estaban reconociendo y que habían trascendido en el tiempo por amor, eran cuatro personas en un sólo lugar, conscientes de que ya más nada las iba a poder separar.

Daniela: -besó su frente lentamente- Gracias a tu sacrificio de amor estamos aquí y ahora. –Su voz sonó extraña imaginando lo que en realidad les hubiese tocado vivir de haber sido el caso contrario.

María José: Si hubiese decidido ser egoísta y pensar en mí, de alguna u otra forma nosotras en el presente hubiéramos desaparecido, y no... –Gimió, ambas tenían sus ojos aún colorados y húmedos tras sus llantos- No estaríamos acá, encontrándonos realmente después de 300 años. ¿Te das cuenta de porque todo tuvo que ser de esa manera en el pasado?

Daniela asintió y la estrechó con fuerza entre sus brazos, llenándose de toda su esencia. Estaba enamorada de ella, no de una u otra versión, sino de su alma, de María José y todo lo que tuviese consigo misma. Se separó para luego unir sus frentes, observar sus labios así de cerca y con una sonrisa ladeada en una forma de flirteo evidente.

María José: Señorita Calle, ¿puede decirle a la señorita Cropper que María José Garzón ha sido totalmente eclipsada por sus bellos ojos mieles? –Le besó la comisura labial lentamente.

Daniela: Señorita Goodwin, ¿cómo es posible que ella esté coqueteando frente a mí, aun cuando yo la estuve buscando todo el tiempo? Y también tengo la misma sospecha de que tienes algo con esa campesina. –Fingió indiferencia meneando la cabeza hacia arriba- Así no se puede ser feliz. ¿Quién me querrá a mí?

María José: Nadie. –Acarició la punta de su nariz con la de ella, suavemente- Porque ella y yo a ustedes dos las amamos. –Daniela no pudo evitar sonreír bobaliconamente antes de capturar sus labios y probarlos lentamente, el hecho de sentirla contra ella le daba vida a su cuerpo, era una "delicia" necesaria. Su respiración contra ella, todo.

Juntas miraron la fuente allí en silencio, no la habían vuelto a hacer andar desde que se descompuso. ¿Hace cuánto? Aquel lugar exacto hace 300 años la hizo viajar en el tiempo para llegar a Daniela, 300 años después estaban juntas de nuevo.

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El silencio era sepulcral, incluso la caída de un alfiler produciría eco en ese lugar. Con delicadeza la morena acarició aquella superficie fría, aun cuando había un letrero que claramente decía que no debían hacerlo, la sala estaba cerrada con un cordel de terciopelo rojo que habían atravesado.

Daniela aguantó la respiración emocionada, pues frente a ellas estaba el piano que juntas habían tocado secretamente cuando el tiempo se los permitió, siendo Calle no sabía tocar bien, pero ahora que todos los recuerdos de su vida pasada volvieron a su mente, sus dedos podían hacerlo.

La mansión de los Warwick era consideraba un patrimonio nacional que estaba abierta al público hasta las 9 de la noche, sin embargo, Calle sacó provecho de la fama que tenía y la de sus padres, excusándose con que estaba viendo el lugar para una posible sesión fotográfica y que había esperado precisamente a que se fuera el público para tener libertad de recorrerlo todo. ¡Qué fácil había sido!

María José alargó su mano y presionó una tecla, cuando emitió el sonido que le correspondía, provocó un temblor en su cuerpo y en el de su pareja también.

enamorar(te) | caché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora