Capítulos 41

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Flashback

Sus manos estaban entrelazadas sobre las sábanas azules de la cama, su rostro estaba contra el colchón debido al cansancio, la angustia y la eterna espera. Parker se había quedado dormido en la habitación de su mejor amiga, Sounya optó por irse antes de que la morena la viese y se confundiera más.

Rayos de sol atravesaban la delgada cortina, la ventana abierta y se reflejaban en el suelo de madera. ¿Podía existir más tranquilidad? Aun se podían escuchar algunos pajarillos en los árboles de afuera, el atardecer pronto aparecería. Era una visión digna de una postal.

Sus ojos empezaron a temblar al igual que sus labios, sus dedos apretaron con fuerza la mano del coreano, la suficiente para sacarlo de su pequeña siesta. Sorprendido, emocionado, pero a la vez con temor, alzó el rostro para verla desde un mejor ángulo, pero antes de erguirse por completo, Garzón abrió los ojos y la boca de golpe como si le faltara el aire. "Respira, por favor respira nena" rogaba Parker tratando de no perder la compostura, no era una imagen muy agradable de ver, además de que emitía un sonido extraño con esa expresión.

Por su parte, la muchacha veía todo borroso como si hubiese metido la cabeza en el agua, se sentía tan mareada y el zumbido en medio de su cabeza no ayudaba mucho. Las cosas poco a poco comenzaron a volverse nítidas, la presión que tenía en su mano derecha le llamó la atención, así que giró la cabeza a ese sentido.

María José: ¿Parker? –Él no pudo responderle, la morena apretó su mano izquierda y la llevó hasta su orificio nasal, sentir un "cable" de goma, una sonda pequeña dentro de ella, la hizo ser consciente de que ese "cable" seguía dentro de su nariz, incluso bajaba por su garganta y se perdía. Tragó saliva y la incomodidad fue tal que le hizo poner atención al resto de su cuerpo, alzando los brazos- ¿Qué es esto? ¡¿Qué es esto?!

¿Cómo reaccionas cuando tus bien formados brazos ahora están más delgados, destacándose más los codos? ¿Qué haces cuando sientes que te han metido una sonda?

Empezó a gritar tomando la sonda que se sujetaba a su orificio nasal izquierdo, de ella tiró tan fuerte que logró arrancarla completa.

María José: ¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Por qué tenía eso?!

Parker: Majo, tienes que calmarte. –Le temblaba la voz, ensayó tantas veces que decirle, pero ahora el nerviosismo robaba las palabras de su cabeza y boca- Tuviste un accidente, no te asustes por la sonda, esa cosa te alimentó todo este tiempo.

María José: ¿Cuánto tiempo ha pasado? –Susurró con la voz aguda- ¿Por qué estás aquí? –Las lágrimas emergieron de sus ojos al instante, tenía tanto terror de la respuesta que su mejor amigo pudiese darle.

Parker: -le sostuvo ambas manos- Majo, un auto te pasó a llevar y has estado en coma por cinco meses, estamos en diciembre. –La expresión de su rostro lo decía todo, la mandíbula desencajada era signo de la poca credibilidad que le daba a sus palabras- Llegué a Estados Unidos prácticamente cuando te pasó esto, he estado aquí cuidándote, tu familia, tu...

María José: Tráeme un espejo. -Tragó saliva, apretó los labios para no vomitar- ¡Tráeme un espejo!

Parker: -la sostuvo del hombro- No María José, no es sano, debes esperar un poco.

María José: Pásame un espejo, por favor, Parker. –Susurró agudamente, pero mientras más él se negaba, más esa soledad y desesperación estaba haciendo presión en su pecho- No entiendo nada. Dios, no entiendo nada. -Miró hacia la ventana.

Parker: -dejó que se apoyara en el respaldo de la cama, cinco meses en cama podían haber provocado una tendencia a la inestabilidad corporal y la baja tolerancia a la "gravedad"- María José. –Sus ojos rasgados estaban llenos de lágrimas, no sabía que decirle para no cometer errores- María José te extrañé tanto.

enamorar(te) | caché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora