Capítulo 73

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Viernes 7 de agosto 2015, Los Ángeles, Estados Unidos.

Las ruedas se detuvieron contra el asfalto de manera lenta y cautelosa, levantando un poco de polvillo que no afectaba para nada a quienes esperaban afuera por ella. Miró hacia atrás para saber cómo estaban sus padres, pero ellos no parecían estar afectados con la alta presencia de fotógrafos y camarógrafos, sus vidas habían sido acompañadas por un lente desde que habían tomado fama.

Calle hija no quería esto, no quería que cada visita se convirtiera en un evento social para la prensa, porque no lo hacía para demostrar algo, sólo venía para ver a las personas que fueron importantes en su recuperación. El estómago le dolió cuando sacó la llave del vehículo, la última vez que había estado aquí, fue para despedirse de los adultos mayores, cuando había cumplido la condena, por asuntos de trabajo estar presente se había hecho casi imposible. Esa última vez, su novia ¿o ex? había estado con ella.

Germán: Tranquila hija, nosotros sabemos lo que piensas.

Daniela miró a su madre por el espejo retrovisor en una mirada cómplice, sólo ella sabía cómo se estaba sintiendo en este momento, la única de su familia que tenía conocimiento del viaje en el tiempo de María José y la distancia absoluta que habían tomado desde hace tres semanas atrás.

Los tres abrieron su puerta y los paparazzis saltaron como sanguijuelas sedientas de sangre, los rumores en internet sobre el rompimiento de Daniela con su novia eran muy fuertes

"¿Dónde está María José?" "¿Es verdad que han dado fin a su relación?" "Ella no nos abre la puerta de su casa". Al escuchar la última frase, Daniela se volteó con violencia, una cosa era tomar distancia entre ambas, pero la otra era permitir que la acosaran

Daniela: Vete con tu mierda a otra parte. –Masculló antes de que el abrazo de su padre la protegiera y la dirigiera a la entrada del asilo de ancianos.

Germán: No te sulfures, les darás de comer. -Murmuró antes de que su esposa tocara el timbre- Sí, sí gracias a todos, pero venimos en una visita llena de paz, por favor no lo arruinen.

XX: ¡Una sonrisa para nosotros de parte de la familia Calle! –Clamaba un fotógrafo, los tres juntos eran una mina de oro para todo sitio web y revista dedicada al espectáculo.

Daniela: Contaré hasta tres, sino terminaré dándoles un puñetazo a sus cámaras

María Fernanda: No lo hagas, estás en la cima con el trabajo de nuevo, por el bien de tus fans y de ti misma, no arruines tu vida por culpa de esta gente, mi amor.

Una señora bajita y delicada abrió la puerta del hogar como si hubiese sido enviada para salvarlos, sin embargo, contrario a lo que se pudiese esperar, su rostro no era amable, sino que estaba cargado con expresiones de angustia. Daniela miró a sus padres y ellos a su hija. ¿Qué había pasado?

...............

Se mordió la lengua de forma inmediata en el preciso momento en que la enfermera, persona que administraba el hogar de adultos mayores, les comunicaba en privado que la señora Matilde había fallecido de un infarto el lunes pasado. Fue cosa instantánea en la que sus ojos se llenaron de lágrimas, en la que la barbilla empezó a temblarle y en la que se empezaba a sentir la peor persona del mundo.

No había sido el Alzheimer su enemigo, seguramente algún problema cardiovascular le impidió seguir viviendo a sus 78 años. "La autopsia reveló ayer que fue un coágulo en la arteria coronaria...". Sus oídos inmediatamente se bloquearon. ¿Cómo podía querer los detalles médicos, cuando no era experta en el área y cuando recién se enteraba de ello? Miró con la vista borrosa el regalo que le había traído, no se había olvidado de ella, ni de los adultos mayores del hogar. ¿Habría pensado eso antes de morir?

enamorar(te) | caché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora