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[Capitulo corto]

El principio del fin.
1/3

Jade observó su rostro en el espejo pequeño de la habitación en la que se encontraba.

A duras penas la luz entraba por la persiana pero aún así podía notar las bolsas debajo de sus claros ojos.

Sus tristes y apagados ojos...

Exhaló sintiéndose ahogada. Parecía estar allí hace una eternidad. Cada minuto, cada segundo consumía a la niña en un profundo pozo oscuro.

Hacía días que no hablaba con su padre, el remordimiento de pensar en que el ni siquiera había intentado comunicarse estaba comiéndole por dentro.

Todo estaba costandole demasiado sin el.

Jade cerro sus ojos con fuerza acariciando el raspón de su mejilla. Era uno de los más recientes que Clara le había echo.

No era capaz de abrir las ventanas o prender la luz, no sería capaz de ver el daño que su madre estaba haciéndole.

No contaba con el ánimo ni la fuerza.
Sin Edward o James se sentía vulnerable, mínima.

Cerró sus ojos dejando el espejo en la mesa de luz. No había hablado con Clara en días, no había podido hacerlo. No salían palabras de su boca hacia ella.

Después de que había sido capaz de arrojarla en ese departamento todo se había vuelto una película de terror.

Clara ni siquiera parecía ser la persona con la que ella había crecido.

Si, sabía que su madre no era una buena persona, pero jamás había sido tan horrible como ahora.

A veces lograba asustarla aún más que cuando era tan solo una niña. Desde que estaba junto a ella la había humillado, golpeado y hasta encerrado prohibiendole comunicarse con cualquier persona fuera de esas cuatro paredes.

Luego del segundo día la garganta de Jade había comenzado a doler, su cuerpo se sentía pesado y cansado.

Ya no quería pelear.
No podía hacerlo...

Clara se comportaba violentamente. Jade aún sentía los golpes de la última vez que intento tomar su teléfono para hablar con Edward, apenas y había oído la voz de su padre antes de que Clara estrechará su mano con el rostro de la niña dejándolo marcado. Al intentar cubrirse con sus brazos sintió los golpes de su madre picar directo en sus antebrazos.

Clara se había vuelto un animal y Jade ya no podía soportarlo. Ya ni siquiera sentía dolor, solo sentía el odio que su madre tenía por ella...

Creía ser fuerte y poder superar aquello cuando su madre no estaba cerca suyo pero ahora... Ahora no era capaz de ignorar el dolor que cargaba dentro.
Clara parecía querer atormentarla toda la vida...

Jade sabía que algo mal andaba con ella, la había visto más de una vez tragar misteriosas pastillas. A veces la calmaban y otras la ponían más violenta...

Y aunque intentara esconderse en la habitación que le había dado de igual manera Clara buscaba excusas para desquitarse con ella.

A menudo notaba como el cuerpo de Clara comenzaba a temblar de forma frenética. Cuando eso ocurría se irritaba con mayor facilidad.

Jade no podía evitar que aquello la asustara.

Últimamente cualquier razón era una excusa para sufrir un ataque de histeria contra ella. Cómo por ejemplo cuando no podía pasar bocado por su garganta. Más de una vez Clara intento obligarla a comer. Jade aún llevaba las marcas en sus brazos a causa de ello. De nada servía intentar explicarle que no era capaz de comer, nada pasaba por sus labios y al hacerlo su garganta duele y amenaza con cerrarse.

No entendía que pasaba con Clara como tampoco entendía hacía cuánto tiempo estaba allí. La falta de comida la hacía sentir débil, le costaba llevar el control de los días y el paso del tiempo. No tenía noción de las horas o minutos, últimamente la niña suele perderse mucho.

A veces escucha por las noches como Clara entra en su habitación cuando cree que se encuentra dormida. Suele hablarle...

A menudo intenta disculparse, pero rápidamente busca la manera de excusarse por lo que hace...

"Ya no eres una niña buena Jade, por eso debo castigarte a veces" susurra. "Tienes que comprenderme". "No es mi culpa"...

Otras veces solo la observa...

Jade ha llegado a temer que intente lastimarla, sin embargo solo se limita a quedarse sentada por un largo tiempo.

Por momentos oye que menciona a su padre... su verdadero padre...
Clara culpa a la niña por su abandono. La culpa por quitarle lo único que deseaba para su vida y por esa razón debe castigarla.

Jade también la escucha sollozar... Pero nunca encuentra la fuerza suficiente para abrir su boca y enfrentarla.

Y aunque intenté con todas sus fuerzas no puede sentir algo más que un profundo agujero dentro suyo.

En su cabeza solo rondan su padre, Eli y James... Y la esperanza de volver a tenerlos cerca, aunque cada vez sienta que no puede esperarlos más tiempo...

Muchas noches se encontró contemplando la idea de no existir más... De ya no ser una molestia para su madre, o una carga para su padre... De ya no sentirse tan... Dañada.

Con el cuerpo débil y adolorido se puso de pie. No oía ruidos de ningún tipo en el departamento y aquello la preocupaba. No parecía ser nada bueno.

Se obligo a si misma a salir de la habitación. Desde su posición podía notar que la habitación de Clara estaba abierta.

Mordió el interior de su mejilla nerviosa. Desde que había pisado ese departamento, en ningún momento se le había ocurrido acercarse allí pero por alguna razón sentía el deber de hacerlo.

Titubeando camino hacia el cuarto. Por la endija de la puerta pudo ver qué las ventanas estaban completamente selladas. El lugar solo se iluminaba por una lámpara de mesa.

Clara se encontraba tendida en su cama sin moverse. Jade visualizo al segundo varios frascos de pastillas a un lado de ella. Sin dudarlo camino hacia allí con preocupación.

El alma le volvió al cuerpo al ver que Clara respiraba, aunque muy lentamente, pero lo hacía.

Reviso lo frascos comprobando que tenían pastillas en su interior. Jade no comprendía el significado de ninguna de las etiquetas que tenían, salvó una. Sus pastillas para dormir.

Eso explicaba el porque parecía estar casi muerta.

La niña dejo todo como estaba dispuesta a irse de ahí cuanto antes, pero sin poder evitarlo observó el cajón de su mesita de luz. Este estaba entre abierto.

En su interior podía divisar algunos papeles. Se debatió unos largos segundos si debía o no meter su mano allí antes de decidirse y hacerlo.

Sentía sus manos temblar y el miedo recorrerle la espina dorsal. Sabía que si Clara movia una sola pestaña ella estaría perdida.

Con todo el cuidado del mundo, tiró del cajón para abrirlo, este hizo un ruido que casi hacer que la niña expulse el corazón por la boca.

Miró de inmediato a Clara quien no se enteró de absolutamente nada. Jade intento regular su respiración y tomar coraje para seguir con lo que había comenzado.

Miró el interior del cajón cuando abrió lo suficiente como para que la luz alumbrará.

Había aún más pastillas en el interior, acompañadas de lo que reconoció como recetas medicas. Jade metió su delgada mano y corrió los papeles, por debajo de estos había un diagnóstico médico.

Jade corrió aún más los papeles para que alcanzarán la luz y ella pudiera leerlos. Por culpa de sus nervios y sus temblorosas manos, no era capaz de leer con detenimiento, solo algunas palabras quedaban en su mente en medio de la crisis nerviosa que estaba teniendo.

¿Qué es lo que estaba leyendo?

"Episodios depresivos" "Transtorno compulsivo obsesivo" "Paranoia" "Transtorno de bipolaridad" "Episodios maníacos".

Cómo pudo salió de allí con el pulso acelerado y la vista borrosa.

El color de la inocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora