✨Anuncio rápido e importante✨ ya está disponible hasta la parte 8 de BoysTears en mi perfil. Agradezco mucho que apoyen esa nueva mini historia, no niego que los personajes estén algo inspirados en la relación de Jade con Gabe y James 🍬✨
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Pánico en la disco. 1/2
Paso entre las mesas, masajeando mi cuello cansado. Estoy hastiado ya de estar aquí y sentir la mirada asesina de Trish sobre mi, hasta siento que comienza a dolerme la cabeza.
Desde aquí puedo divisar mi mesa y el único que está sentado allí; Gabe. Al acercarme puedo notar la cara de mierda que trae, y no es para menos, su padre le ha estado jodiendo el evento todo el día.
—¿Dónde está Jade? —le pregunto dejándome caer en la silla a su lado.
Gabe ni siquiera se toma la molestia de mirarme, parece muy interesado en sus zapatos.
—Desapareció con Peyton.
—Parece que a tu hermano le ha venido de maravilla —comento señalando con mi cabeza hacia dónde el silencioso rubio se encuentra sentado con su mano bajo el vestido de una morena.
—Es un imbécil de mierda —soltó con brusquedad tomándome por sopresa—. Y así como lo ves, será la imagen de la empresa hotelera de la familia.
Gabe ríe observandolo. De verdad me asombra lo amargado que se encuentra, es todo lo opuesto a la personalidad que deja a la vista siempre.
—¿Entiendes no? —planteó, como si fuera su amigo de toda la vida—, a mi padre no le molesta en lo absoluto que su hijo este metiéndole los dedos en medio del hotel a la hija de un socio, pero no puede presentarme como su hijo frente a todos porque considera que no le doy una puta buena imagen.
Lo escucho reír y volteo a verlo mientras se frota el rostro con pesar.
—Si te sirve de consuelo, yo ni padre tengo —bromeo.
Gabe ríe con ganas está vez —Se te nota.
—Imbécil —lo imito.
—Aquí estoy —dice la niña apareciendo a nuestro lado. Por unos segundos el semblante de Jade parece algo confuso al vernos juntos pero no repara mucho en eso porque su atención se dirige a Zack—. ¿Se puede ser tan cínico? —gruñó y volteo nuevamente hacia nosotros.
—Cielo, quizás te tome por sopresa pero esto siempre ha sido así. Lo único diferente ahora es que Peyton intenta creer que Zack puede ser monógamo.
—Creí que está vez el valoraria a Peyton.
—Niña, ¿acaso nunca oíste que el zorro pierde el pelo, pero no las mañas? —dije sentandola sobre mis piernas.
—Espero que tú no tengas mañas.
—Nunca las tuve —susurré dándole un apretón en el culo.
—¿Dónde está Peyton ahora?
—Se fue a su cuarto —le respondió a Gabe—, dijo que aprovecharía que Zack está aquí para sacar sus cosas y no verle la cara.
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El color de la inocencia
De TodoJames ni siquiera tenía pensado que volver a casa de su madre le traería consigo una responsabilidad semejante como vigilar a la tímida hija de sus vecinos. Ni tampoco que eso traería más complicaciones en su enredada cabeza. Jade tampoco imaginó qu...