Seis meses después de la partida del barco, a principios de Marzo, llegaron las tarjetas de invitación para la boda.
Paloma recibió la tarjeta y saltó de alegría cuando la abrió. Estaba tan feliz y sorprendida a la vez.
Las bodas eran algo que le encantaba, sobre todo lo que refería a la preparación de la fiesta, decoración del salón y la comida, más aún, la mesa dulce.
Al regresar a Córdoba se había anotado en un curso de repostería y pastelería.
Así que se ofrecería como voluntaria para cocinar y ayudar en los preparativos de la fiesta de casamiento en el barco.
Estaba ansiosa por mostrarle a Gino las nuevas técnicas aprendidas y las recetas de pastelería que le dieron en su curso.
Sabía que él estaba en el barco, y juntos podrían planear algo sorprendente para agasajar a los novios.
Desde su partida en septiembre, se habían mantenido en constante comunicación.
No siempre era sencillo, por el cambio de horario, ya que muchas veces las respuestas a los mensajes llegaban al otro día, pero siempre recibía algún comentario, video o imagen graciosa del él.
Gino le había presentado a cada nuevo integrante de la cocina por medio de una videollamada, le contó las tareas que cada uno hacía y le pedía consejos sobre el inventario y la lista de compras cada dos por tres.
Sin dudarlo, Paloma gastaría cada peso de sus ahorros para viajar a Cádiz a esa boda.
No solo para poder estar con los novios, sino para volver a ver a su amigo en persona.
...
Marilina se sorprendió de igual manera al abrir el sobre y leer la tarjeta.
No se imaginaba que aquella historia terminaría así, pero se sintió feliz por ellos.
Se merecían ser felices y poder comenzar una vida juntos.Ella también soñaba con el día de su boda, poder unir su vida a la de Will para siempre.
Su novio cumplió su palabra de ir a verla lo más pronto posible, llegando a Córdoba el 4 de octubre por la tarde. Recordó con una amplia sonrisa en los labios ese día en que al abrir la puerta de su casa se encontró al muchacho de pie con un ramo de flores. Lo presentó con sus padres y declaró el gran amor que sentía por su hija.
Ellos estuvieron de acuerdo en que formalizaran el noviazgo, y lo recibieron como a un hijo.
El tiempo que pasaron juntos transcurrió con rapidez, y pronto, una nueva separación llegó.
Will debía regresar a Houston.
Después de estar dos meses en Córdoba, conocer la familia de Marilina, la iglesia, pasear por la ciudad y disfrutar de la compañía de su novia, había trámites y papeles que hacer.
Si deseaba estudiar una carrera en Córdoba, necesitaba sus certificados de estudio y realizar los papeles de ciudadanía.
Además, quería compartir tiempo con su propia familia, ya que,como sospechaban con Cath, sus padres estaban juntos y felices nuevamente.
El papá de Will regresó a la iglesia, comenzó a cambiar y a buscar más a Dios, en ese año de tener a sus hijos lejos, su madre le había dado una nueva oportunidad, y él no la desaprovechó.
Por esta razón Will regresaría a su casa y harían un viaje de vacaciones en familia, para fortalecer los lazos y recuperar el tiempo perdido.
Prepararía sus papeles y documentos, y regresaría definitivamente a vivir a la Argentina.
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EL VIAJE QUE CAMBIÓ NUESTRAS VIDAS
AventuraCuatro amigas deciden dedicar un año de sus vidas a servir en el barco LOGOS HOPE. Emprenden esta aventura sin comprender el alcance que tendrá para sus propias vidas y amistades. Las tormentas en el mar, los conflictos en los puertos, la cárcel y e...