Giuly caminaba con Enzo buscando un lugar tranquilo donde poder conversar sobre su tarea como guía. La presencia cercana del muchacho le resultaba extraña, necesitaría tiempo para acostumbrarse a él nuevamente. Por alguna razón su estómago parecía inquieto y su corazón se aceleraba cuando le tenía demasiado cerca.
Varios de los salones y aulas a los que pensaba ir se encontraban ocupados o cerrados, lo que la llevó a subir al siguiente piso del barco.
A la distancia pudo distinguir a los padres de Paloma que caminaban perdidos por los pasillos, seguramente buscando a su hija.
—¡Sonia, Nico! —exclamó Giuly a unos metros de distancia llamando su atención.
—¡Giuly! —respondió Sonia mientras caminaba a su encuentro.
—¿Hace mucho llegaron?
—Hace unos minutos—explicó el padre de su amiga—, le escribimos a Paloma unos mensajes pero no nos responde. ¿Nos ayudas a encontrarla?
Enzo permanecía a unos metros de distancia contemplando aquella conversación.
—Sí, seguro... solo... esperen un minuto...—dijo levantando su dedo índice y mirando hacia donde se encontraba el muchacho.
Caminó acortando la distancia. Y le dijo:
—Voy a tener que dejarte por unos minutos...
—Está bien.
—Mientras puedes buscar algún lugar tranquilo donde podamos conversar, te buscaré en un rato.
—Entendido—respondió con una sonrisa tierna y el estómago de Giuly sintió como un aleteo de mariposas dentro.
...
En el comedor Paloma y Jeremy conversaban animadamente. Por unos momentos decidieron olvidar el hecho de que era una despedida y disfrutaron la comida y la charla como cualquier otro día.
La música y la cocina siempre estaban presentes en sus conversaciones. Nuevas recetas y sus ingredientes, o estilos musicales y cantantes cristianos favoritos.
Giuly entró al comedor con Sonia y Nico y rápidamente encontró a Palo.
Caminaron hasta la mesa, interrumpiendo aquel momento.
—¿Paloma? —dijo el padre llamando la atención de su hija.
—¡Papá! —exclamó dando un salto de su silla y saludando con un abrazo a su padre. Y luego fue el turno de su madre—. ¿Cuándo llegaron?
—Hace unos minutos.
Giuly notó inmediatamente la incomodidad de Palo al ver a Jeremy puesto de pie frente a sus padres.
—Él es Jeremy—explicó Giuly—, trabaja en la cocina con Paloma, hoy es su ultimo día en el barco.
Una mirada de tristeza y nostalgia se dibujó en el rostro de ellos al escuchar aquella última frase.
—Un gusto conocerte, Jeremy—dijo Sonia mientras avanzaba a darle un beso.
—No habla español, mamá—explicó Paloma.
—Un saludo es saludo en todos los idiomas—dijo Jeremy dando entender que había comprendido lo que Sonia dijo.
Palo le sonrió por ser tan comprensivo y tierno.
Nico extendió su mano con seriedad para ser apretada por el muchacho. Fue un cruce de miradas que dijo más que mil palabras.
Para el padre de Paloma no habían pasado desapercibidas las miradas y chispas que sucedían entre su hija y el muchacho.
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EL VIAJE QUE CAMBIÓ NUESTRAS VIDAS
AventureCuatro amigas deciden dedicar un año de sus vidas a servir en el barco LOGOS HOPE. Emprenden esta aventura sin comprender el alcance que tendrá para sus propias vidas y amistades. Las tormentas en el mar, los conflictos en los puertos, la cárcel y e...