—¿Han visto a Giuly?—preguntó Andrew llegando a la mesa donde el grupo de amigos estaba cenando.
—La última vez que la vi estaba en el cuarto, esperando una llamada de sus padres—respondió Palo.
El rostro de Andrew cambió.
—Mariel... ¿me acompañarías a verla?—le preguntó el muchacho—. No puedo ingresar a la pieza... me preocupa que algo malo le haya pasado.
—Sí, claro, te acompañaré.
Caminaron el largo pasillo en silencio.
Andrew permaneció en la puerta mientras Mariel entraba.
La luz estaba apagada. Se acercó hasta la cama de su amiga y la escuchó llorar.
—¿Qué pasó, Giuly?—dijo sentándose a su lado.
—Tendré que regresar —soltó entre sollozos—, ellos no quieren que me quede, no me apoyan en mi relación con Andrew...
—¡Cuánto lo siento, amiga!
—Voy a perderlo Mariel, tendremos que separarnos...
—Él te quiere, va a esperarte.
—No lo sé...
—Oye, Andrew está afuera. Estaba preocupado por ti... ¿Qué le digo?
—No quiero verlo ahora. No quiero que me vea así.
—Le diré que no te sientes bien...
—Gracias. Solo quiero estar sola.
Mariel caminó hacia la puerta y la cerró a sus espaldas.
Andrew la miró confundido.
—Quiere estar sola.
—Necesito verla—insistió.
—No se siente bien, debes darle su espacio...
—¿Es por sus padres...? ¿Le prohibieron quedarse?
Mariel bajó el rostro asintiendo.
—Tengo que hablar con ella.
—Andrew, ella no quiere verte ahora, mañana podrán hablar tranquilos... pero ahora necesita estar sola.
Los ojos tristes del muchacho demostraban cuánto amaba a su amiga.
Mariel sabía que el amor entre ellos era verdadero. ¡Ojalá los padres de Giuly pudieran ver lo mismo!
—¡Tengo una idea!—dijo Mariel con euforia.
Andrew la miró confundido.
—Necesitamos la ayuda de Cris—volvió a decir la muchacha—. Tienes que buscarlo, nos encontraremos en tu oficina.
—¿Podrías explicarme qué pasa?
—Te diré todo más tarde. Busca a Cris, tengo que buscar algo en la pieza—dijo regresando al lado de Giuly.
...
—No puedo creer que en poco más de un mes tenemos que regresar a nuestros hogares—dijo Cath sentada en la sala de juegos con su amiga luego de terminar de cenar.
—Este año se ha pasado tan rápido—reflexionó Marilina—, parece que fue ayer que entramos con nuestros equipajes y llegamos al barco.
—Ha sido una experiencia maravillosa—respondió Cath—; sobre todo ver el cambio en la vida de mi hermano. La obra que Dios ha hecho en el corazón de Will...
—Sí, ha cambiado...
—No sabes cuánto. El muchacho que llegó a este barco estaba cansado de la vida, atrapado por el alcohol, completamente desilusionado y sin esperanzas, hoy en cambio, está feliz, vivo, con ganas de servir a Dios, lleno de sueños...
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EL VIAJE QUE CAMBIÓ NUESTRAS VIDAS
PertualanganCuatro amigas deciden dedicar un año de sus vidas a servir en el barco LOGOS HOPE. Emprenden esta aventura sin comprender el alcance que tendrá para sus propias vidas y amistades. Las tormentas en el mar, los conflictos en los puertos, la cárcel y e...