CAPÍTULO EXTRA - PARTE 1 - CINCO AÑOS DESPUÉS

86 25 3
                                    

Gracias a todos los que siguen esta historia, aquí les comparto 9 capítulos extras sobre el futuro de estas cuatro parejas. Acompáñenme a visitar sus vidas 5 años después de que dejaron el barco Logos.

—Pronto llegarán... y las mesas aún no están listas —exclamó Paloma.

—Tenemos tiempo, Mariel me dijo por teléfono que se están sacando unas fotos y salen para acá.

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo?—preguntó nuevamente exaltada.

—Relájate... Todo estará listo. La inauguración del restaurante será todo un éxito, "un festejo por partida doble", primero la celebración de nuestro amigo, y a la vez, nuestra apertura al público —respondió Gino mientras terminaba de batir una crema.

—¡Eres tan optimista, que a veces me desesperas!

Amore mío... tuto saldrá molto bene—exclamó en italiano mientras con su dedo untaba un poco de crema en la nariz de ella.

—¡Gino! ¡Arruinarás mi maquillaje!—protestó.

—Eres bella sin necesidad de nada más... Y te amo tal cual eres.

—Termina la crema, para que pueda decorar esos pasteles... ¿revisaste el salmón?

—Todo está en orden, shigñorina.

—Bien, iré a revisar las cosas de la sala, y ordenar las mesas. Regresaré en un minuto.

Caminó con rapidez hacia el comedor, donde un par de mozas preparaban las mesas con sus bellos platos de sitio y sus copas altas.

Paloma colocó los arreglos florares que ella misma había preparado; lucían delicados y le daban un toque elegante y refinado al lugar.

—¡Necesitamos más sillas en esta mesa! —ordenó, y de inmediato una chica corrió a buscarlas al depósito.

Recorrió con la mirada el bonito espacio, donde unas veinte mesas estaban bien distribuidas.

Miró los amplios ventanales, que dejaban ingresar la luz del sol iluminando cada rincón de la sala, creando un ambiente cálido y acogedor.

Luego de dos meses de trabajo, el restaurante estaba listo para abrir sus puertas.

No había sido sencillo para su novio reunir el dinero de este proyecto; comprar los muebles y vajilla, rentar un salón bien ubicado, equipar la cocina y, por último, los gastos de permisos y autorizaciones sanitarias y legales.

Gino había trabajado por más de un año como chef, en un famoso hotel de la ciudad, y, además, juntos realizaban algunos servicios de catering para bodas o cumpleaños.

El italiano, a pesar de las adversidades que se presentaron, no había renunciado a su preciado anhelo de tener su propio restaurante, donde poder servir sus típicas recetas y agasajar con sus exquisitos platos.

Paloma se apoyó en el respaldo de una silla, suspiró recordando los años difíciles de enfermedad.

Gino acababa de regresar a Italia del Logos cuando comenzaron los síntomas.

Recibir la noticia de que tenía cáncer había sido un impacto tremendo. Luego del diagnóstico, entró en una gran depresión. Todos sus sueños se derrumbaban.

Su buen humor, optimismo y alegría desaparecieron.

El futuro comenzaba a esfumarse, y la vida parecía llegar a su final.

En aquel tiempo, ellos solo eran buenos amigos, que estaban separados por una gran distancia. Los sentimientos surgidos, en aquellos años de trabajo en el Logos, eran un poco confusos para ambos.

EL VIAJE QUE CAMBIÓ NUESTRAS VIDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora