- Amenazas. Coacción. Extorsión. Abuso de poder.- Saga se acercó más a la zona del jurado y se desabrochó el único botón que todavía mantenía su americana cerrada, sintiéndose así más libre de movimientos. Las miradas de las nueve personas afortunadas de ejercer justicia le observaban con atención. Algunas incluso con algún deje de pavor, como la de la chica más joven, detalle que a Saga no se le escapó y que trató de aprovechar al decidir andar hacia su posición y seguir enumerando palabras mirándole directamente a los ojos.- Abuso sexual. Abuso sexual de niñas menores de edad, más concretamente. Intento de violación. Y violación...- el Fiscal hizo una pensada pausa en la que siguió observando a la benjamina del jurado popular, consiguiendo que la muchacha buscara alejarse de la profundidad de su mirada y se apresurara a escribir esa colección de palabras en la libreta que les había sido facilitada a cada uno de ellos.- Palabras duras estas últimas ¿cierto? - Saga inspiró hondo y retrocedió un par de pasos para tomar distancia del jurado, mordisqueando la pata de sus gafas antes de doblarlas y guardarlas en el bolsillo interior de su americana. El silencio en la sala era casi absoluto, salvo por algún carraspeo, las típicas toses que surgen cuando nadie las invita, los rápidos toques de varios dedos sobre sus respectivos teclados y algún que otro flash fotográfico.- Palabras duras, aunque aún pude haber de peores...como lo es homicidio en primer grado...- Los pies de Saga decidieron aproximarse totalmente al extremo más alejado de la bancada del jurado, anclándose en un punto en el que pivotaron sobre su eje e invitaron a que la mano zurda del Fiscal tomara con altivez la barandilla que actuaba de frontera al tiempo que la diestra echaba el extremo de la americana hacia atrás y se apoyaba en su cadera, justo en la zona del cinto.- Homicidio en primer grado o, para se pueda comprender con más claridad, asesinato.
Saga guardó silencio. Dejó que corrieran los segundos para que las palabras que acabara de exponer fueran asentándose, como si se tratara de un profesor dictando un texto que debiera transcribirse con exactitud. La garganta la sentía árida pero todavía no iba a suavizarse esa incomodidad. Aún le quedaban algunas frases por pronunciar y éstas debían ser verbalizadas cuando toda la atención de la sala volviera a recaer sobre él. El jurado anotaba, y ese detalle le ofrecía un poco de satisfacción, así como reparar en los apuntes que también llevaba a cabo el Juez. Quiso buscar a Shura, sentir el apoyo mudo de su aprobación, pero al intentar ubicarle en el lado de la sala que siempre les pertenecía se halló con la fruncida mirada de Kanon, su media sonrisa oculta tras el enlace de sus manos y un sutil guiño de ojo fraternal que contenía mucha más fuerza que cualquier palabra de ánimo o admiración pronunciada al azar.
Uno a uno los miembros del jurado fueron levantando la vista de sus libretas y fue entonces cuando Saga se separó de la baranda y caminó hacia la zona de la defensa, deteniéndose frente a ese enigmático abogado que parecía poseer la custodia absoluta de la verdad.
- Todas estas palabras que acabo de pronunciar...- continuó Saga, sintiéndose cómodo con el firme tono de su grave voz - relatan la cara oculta de nuestro admirado Señor Hyppolitos Sifakis. A lo largo de toda su vida ha ejercido el uso de amenazas, ha disfrutado con la coacción, se ha aprovechado de la inocencia de varias niñas, ha ejercido la violencia sexual y ha cometido asesinato...- llegados a este punto Saga evitó fijarse en la expresión con la que pudiera estar fulminándole el artista, centrándose exclusivamente en el aspecto sereno y tranquilo que leía en las facciones del abogado defensor.- Estoy convencido que aquí, el abogado del Señor Sifakis, rebatirá mis afirmaciones amparándose en justificaciones tan burdas como "mi cliente fue provocado", "manipulado", "emboscado por las perniciosas artes femeninas, etc, etc, etc", además de buscar reconducir todas las pruebas que le acusan directamente hacia otras esquinas, amparándose en las secuencias del adn y demás...Y no pasa nada. Está bien que así sea. Esto es un juicio y por suerte disponemos de testigos que nos relatarán los acontecimientos tal y como sucedieron, además de contar con la opinión de profesionales forenses que nos aclararán todas las dudas que puedan surgir sobre este tema tan...complejo y confuso. Y sucederá todo tal y como he dicho antes...poco a poco que no hay prisa, ¿cierto, Señor Sifakis? - el Fiscal desanduvo un par de pasos y se posicionó delante de Hypnos, mirándole directamente a los ojos e inspirando hondo para retener el aire unos instantes antes de dejarlo fluir con la pronunciación de sus últimas frases.- Llegados a este punto me hallo en la obligación de anunciar que la Fiscalía General de Atenas acusa al Señor Hyppolitos Sifakis de: amenazas y coacción, de abuso sexual y de intento de violación de la señorita Melnik - Saga pronunciaba cada palabra con lentitud y claridad, manteniéndose firme en su conexión de miradas con Hypnos, pudiendo apreciar cómo el pintor tragaba furia con el leve movimiento de la nuez de su garganta - La Fiscalía también acusa al señor Hyppolitos Sifakis de violación de la señorita Pandora Sifakis - prosiguió Saga, luchando para mantener a raya el nudo que le provocaba el hecho de escucharse a sí mismo pronunciando tantas ignominias - y también se le acusa del homicidio en primer grado de la señorita Pandora Sifakis - concluyó - No añado más imputaciones por la exigencia de ceñirme a los hechos actuales, pero dependiendo del transcurso del Juicio, no dudaré en pedir al Juez Dohko la necesidad de añadirle cargos cuya naturaleza se gestó en el pasado, puesto que pueden relacionarse perfectamente con los hechos presentes y para los cuales la Fiscalía dispone de varios testigos que así lo avalan.