─No deseaba molestaros más, Kanon. En un hotel estoy bien, créeme.
─Si es por Rada...
─¡No! ¿Cómo puedes siquiera pensar eso? ─ Defteros lamió el papel del cigarrillo y acabó de liarlo con rapidez, tomando el mechero que le tendió Kanon por inercia ─. Rhadamanthys es una joya de persona.
─Entonces...¿estás molesto conmigo? ¿porque desde que te pedí que volvieras apenas hemos podido hablar y pasar tiempo juntos? ─Kanon prendió su cigarrillo sin dejar de observar a su tío, sorprendiéndose a sí mismo cuando una desconocida nostalgia quiso encontrar a Aspros en sus rasgos.
─No, Kanon. No es nada de eso. Comprendo que los acontecimientos de los últimos días han sido tan precipitados como agotadores ─. Defteros le miró con ternura, absteniéndose de buscar apoyo contra una de las columnas exteriores del acceso a los Juzgados, cosa que Kanon sí había hecho sin remilgo alguno ─. Además, me viene bien un poco de...aire.
Kanon le miró de soslayo y rápidamente focalizó su vista sobre Úrsula, quien parecía estar haciendo tiempo paseándose sin rumbo unos metros más allá, mientras se fumaba uno de sus finos cigarrillos y hablaba por teléfono.
─¿A esa clase de "aire" te refieres? ─inquirió Kanon con un deje de decepción que detestó de inmediato ─. Perdona, no tengo ningún derecho a juzgarte...─rectificó─. Supongo que estoy furioso conmigo mismo por no ser capaz de preguntarte cómo está...ella...─ dijo, regresando la mirada al movimiento de la calle.
─No pasa nada, Kanon ─. Defteros aspiró una calada que sostuvo dentro durante los segundos que reflexionó sus siguientes palabras ─. Tu madre...Sasha...está bien ─dijo, tomándose una pequeña pausa ─. No te voy a engañar sobre lo que viste en la video llamada de esa noche: a veces tiene días en los que el pasado y la confusión se apoderan de su alma, y en otras ocasiones permanece en el presente. Cada día contacto con Lisa, que es la enfermera que cuida de ella, y cuando puedo hablo con Sasha...le cuento cosas sobre Saga y tú, sobre...─ahí la voz de Defteros dio con un bache que le obligó a inspirar y a desviar la atención de sus propios remordimientos por permanecer lejos ─...sobre el fuerte lazo que os une, sobre lo buenos chicos que sois, sobre las fantásticas personas que también están en vuestras vidas, y entonces a veces sonríe un poco y me llama por mi nombre y me dice que me extraña, que tiene ganas de veros...
Kanon bajó la mirada, dio otra calada al tiempo que barría el suelo con el pie y confesó con vergüenza un miedo que aún no había osado airear a los cuatro vientos.
─No sabré qué decirle...─ Kanon se mordió los labios antes de proceder, buscando la mirada de Defteros sin ocultar el brillo que aguaba la suya ─. Ni qué hacer ─prosiguió, encogiéndose de hombros ─. El día en que nos podamos reunir temo sentirla como una desconocida. Me aterra el simple hecho de pensar que la añoranza en la que me he sumido durante todos estos años ha sido irreal, una mera ilusión que debía estar ahí, la nostalgia de una idea y no la de una realidad...─ Kanon llevó la mirada hacia la escalinata que les mantenía elevados del nivel de la calle, fijándose en el aleatorio picotear de una paloma en modo supervivencia.─ ¿Y si no siento nada?
─No te hace ningún bien pensar así, Kanon...No te fustigues de esta manera.
─Años he pasado forjando odio contra mi padre...─ dijo, regresando la mirada hacia Defteros ─, y desde que Thane hizo lo que hizo que...─la voz a punto de quiebre frenó las siguientes palabras, y Kanon se agarró los cabellos con gesto airado ─ ¡Arrrg, mierda! ¡Joder! ─exclamó ─ Desde esa maldita tarde no puedo dejar de pensar en papá y en todos los arrepentimientos que ni sé de dónde cojones me salen...Es como que de repente, le extraño...y no sólo a él, sino todas las cosas que yo mismo me privé de vivir con él...y...y entonces es cuando me busco mil y una excusas para estar ocupado y no pensar, y te juro que ser peón de Saga ahora mismo me viene de perlas, pero aún así mis remordimientos persisten, y...todo este cúmulo de sentimientos son una puta mierda, Def...