Sala procesal, alrededores de las 10 de la mañana
─Que tienes contactos en Korydallos...─Saga respiró sonoramente, con la mirada fija en la mesa y un bolígrafo elegante bailando entre sus dedos.
─El tipo del acceso me tiene visto. El de turno de tarde al menos...Hace años que es el mismo ─. Kanon se miró la uña del pulgar y no dudó en hacer mordisquear las pequeñas pieles que se levantaban ahí donde se encarnaba.
─Lo acabas de decir: "te tiene visto". Como a cientos de personas que cada día le cambian el DNI por la tarjeta de visita.
─¡Cientos! Anda que tú también...mira que llegas a ser exagerado. La cárcel no la visita tanta gente como crees ─ Kanon se recostó más en la silla, cruzándose de piernas con el tobillo sobre la rodilla, y oteó a Saga como si le estuviese aleccionando ─, además, me saluda por mi nombre cuando me ve...
─Detalle que le convierte automáticamente en "tu contacto" ─ Kanon se encogió de hombros y prosiguió con el repelado de sus uñas. Mejor concentrarse en eso antes que hacerlo en la deconstrucción de promesas en la que Saga parecía enfrascado.
─Bueno...pero esto él no lo sabe, Saga.
─Y el primer turno de preguntas...─ el Fiscal negó con la cabeza, deslizando la mirada otra vez hasta la mesa ─ Es sagrado el sorteo del orden. Precisamente para evitar cosas así, joder...─ Kanon seguía a lo suyo y Saga le observó de refilón, arrugando el ceño ante tanto despropósito ─. ¿Y qué más? ¿Le apañas también el reportaje del año?
─Con la revista "Koinonía", sí.
El bolígrafo con el que Saga jugueteaba se escapó de su mano y acabó rodando por la mesa hasta caer al suelo. Kanon cambió de mano el repelado de uñas y Afrodita les observó bien risueño desde la distancia.
La estupefacción de Saga viajó de Kanon hacia Afrodita y regresó a enfocar a su gemelo, repitiendo el nombre en un masticado susurro para conseguir hacerlo algo más creíble.
─"Koinonía"...
─Exacto.
─La revista más prestigiosa del panorama griego...
─La misma.
─¿Y puedo saber cómo le vas a regalar un lujo que muchos sudan sangre durante años para conseguirlo?
─Espero que tu inteligencia se solidarice con la causa ─Kanon le devolvió la mirada, amplificada por el arqueo de sus cejas.
─No, no me lo puedo creer...
Saga se agarró de los cabellos para no sucumbir al impulso de estrangular a su gemelo, ignorando que ese simple gesto de desesperación refrenada desataría más tormentas de las que en ese momento podía soportar.
Porque los ojos de Kanon siguieron el gesto. Y el gesto llevó la atención hacia los cabellos de su hermano. Y ahí le pareció ver un destello de claridad que contrastaba con el frondoso añil que poblaba su cuero cabelludo.
─¿Tú tienes canas? Me pareció verte una...─dijo, abalanzándose hacia Saga para hurgar entre sus cabellos.
─¿Qué haces?
Saga le apartó la mano de un sopapo, pero Kanon vio una...la vio ahí, gruesa y enrabietada como las suyas, pretendiendo ser solo un árbol en medio de un gran bosque, pero él la detectó...Y no estaba sola, no...Al costado había otra, agazapada, escondida...
─Sí, tienes canas...
Los dedos, convertidos en pinzas, se alzaron con toda la intención de hacerse con una, pero Saga le agarró la mano y la bajó lo más lejos que pudo de su cabeza.