MÁS QUE AMIGOS (NIVANFIELD)

Capítulo Dos: Un pueblo moribundo.

El equipo al ir caminando por las calles del pueblo, se dieron cuenta que había poca gente deambulando en el exterior, lo que sería un claro signo de que algo estaba más que mal, pues no era muy común ver que la población de un pueblo estuviera tan ausente y mucho menos que ocasionaran que la localidad pareciera abandonada, como si la población se hubiera esfumado de la noche a la mañana. Por supuesto que al haber ese evidente detalle, fue que a través del intercomunicador el capitán Redfield le informaría a su equipo el mantener sus armas sin seguro por si algo sucedía; claro que su equipo así lo haría, pues incluso para ellos el que no hubiera tanta gente era muy extraño.

15 minutos después.

La pareja conformada por Woods y el capitán Dmytro llegó hasta un pequeño parque infantil donde habían tan solo cinco niños jugando sin el ciudado de un adulto, lo que llamó bastante la atención de ambos adultos que de inmediato se acercaron a los pequeños a preguntar el por qué de la ausencia de sus padres, o cuando mucho el por qué de la ausencia de una parte de los habitantes del pueblo.

Al estar frente a los pequeños, esto instintivamente los saludaron, siendo el propio capitán Dmytro quien lograría entender a los niños, mientras que Lizzie lo único que podía hacer era sonreírles a los niños, mientras hacia un además con sus manos a manera de saludos, que los inocentes niños repetirían. Fue cuestión de segundos cuando el capitán le preguntó a los pequeños sobre la ausencia de casi todo el mundo, teniendo como respuesta algo que lo dejó impactado y que no pasó desapercibido por la francotiradora, que de inmediato le preguntó al superior que era lo que sucedía, teniendo como respuesta — Hay que sacar a estos niños del pueblo y llevarlos a Bucarest de inmediato — La respuesta la dejó desconcertada pero suponía que la situación ya se había ido a la mierda mucho antes de su llegada; por lo que de inmediato contacto al agente que se encontraba en la plaza del pueblo esperando órdenes.

Cuando el agente atendió el intercomunicador, se sorprendió al escuchar que debían evacuar a cinco niños lo más pronto posible, lo que obligaría al agente a decirle a la mujer su ubicación para que llevarán a aquellos niños para ser sacados de aquel pueblo moribundo.

Zona Este del pueblo.

En otro lado del pueblo, la pareja conformada por el capitán Redfield y el teniente Nivans caminaba por una calle totalmente vacía, siendo el único sonido para no hacer la situación algo tétrica, el cantar de unas cuantas aves que posaban tranquilamente en las ramas de los árboles, además de pasar por encima de ambos hombres, quienes seguían caminando hasta que se detuvieron enfrente de lo que parecía ser un bar en muy mal estado, pues la primera impresión que daba el lugar es que había sido atacado, o cuando menos que algo muy malo sucedió, lo que llevó a que ambos hombres quitaran el seguro a sus armas para luego proceder a entrar al establecimiento, esperando encontrar sillas o mesas destruidas. Al entrar se dieron cuenta de lo equivocados que estaban al suponer que no encontrarían algo muy malo.

Al momento de pasar del umbral de la puerta, los hombres se encontraron con una escena de lo más sorprendente, pues lo que vieron fue desde mesas y sillas destrozadas, hasta las paredes, pisos e incluso el techo manchado de sangre. Además en el suelo se veían marcas de arrastre que llevaban hacia las habitaciones ubicadas en la zona trasera del bar. Para el joven Nivans eso fue de lo más horrible, pero no por ello lo menos brutal que haya visto desde que empezó a trabajar para la B.S.A.A, por lo que de inmediato le hizo saber a Chris sobre lo que opinaba al ver la escena frente a ellos. — Sabe capitán, esperaba ver cuerpos por todos lados, pero supongo que esto es como una muestra de que a veces no será necesario ver cadáveres a cada lugar tenebroso que entremos — Dicho eso, el joven hombre siguió una marca de arrastre que lo llevaba a la zona trasera del bar, por lo que de inmediato Chris lo siguió para asi evitar que su querido amigo saliera herido si se encontraba con un hostil.