Capítulo cincuenta y dos: Colapso.

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Las buenas noticias son tan maravillosas que pueden alegrar el día a millones de personas que pueden haber tenido un día bastante fatal y terrible. Y para Chris, una buena noticia de escuchar fue que debía presentarse en el ala de quirofanos, pues muy seguramente su novio estaría bien, tomando en cuenta que fue sometido, junto a su mejor amiga, a una cirugía muy importante, pues se le debía remover un parásito que amenazaba su vida, al igual que la de su amiga.

Es por ello que el fornido hombre caminaba con rapidez por el pasillo que llevaba al exterior del ala de evaluación de daños, siendo seguido por su equipo y otros miembros de la B.S.A.A, siendo algunos que estarían propiamente heridos.

— Calmado Chris, que nos es difícil mantener tu ritmo — Aquella voz perteneciente a la sargento, fue la que hizo al hombre desacelerar un poco.

— Muevanse rápido, yo no espero a nadie — Sentenció con voz seria el hombre, volviendo acelerar sus pasos.

— Como digas, Chris — Dijo un poco molesta la mujer, teniendo que acelerar sus pasos, como el resto de los agentes.

— Parece que el capitán tiene muchas ganas de ir a ver a Piers — Comentó Nathan, quien recargaba una de sus armas.

— Así es, pero también el resto de agentes necesitan un médico, así que tú, Chambers y el resto del personal médico se encargarán de los heridos — Sentenció Jill, siguiendo caminando, mientras Nathan asentía con la cabeza.

— Así es, pero también el resto de agentes necesitan un médico, así que tú, Chambers y el resto del personal médico se encargarán de los heridos — Sentenció Jill, siguiendo caminando, mientras Nathan asentía con la cabeza

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Al salir de aquel pasillo, algunos médicos los esperaban, por lo que estos comenzaron a tratar a los heridos tan solo verlos.

— Nathan, Rebecca, ayuden a los médicos, luego vayan al ala de quirofanos, una vez terminen — Ordenó Chris, para de inmediato dirigirse con rapidez a la antes mencionada ala.

Los médicos asintieron y procedieron a ayudar al personal médico, dejando que Rogers y Valentine sigan al capitán, aunque Stewart pronto los seguiría.

Eventualmente las mujeres se darían cuenta de la presencia de Stewart, ya que este no sería nada discreto al intentar pasar desapercibido.

— Pensé que te quedarías con el resto de los agentes — Comentó Rogers, teniendo que mirar por sobre su hombro al joven hombre.

— El capitán requiere un informe sobre lo que eh estado haciendo aquí junto a mi equipo — Decía el joven hombre con una mirada algo frustrada — Y creo que es algo que le debo a él — Dicho eso, el joven agente siguió caminando.

Por su parte, las mujeres prefirieron seguir su camino con más calma, hasta finalmente llegar a una puerta por la que vieron entrar a Chris, para que así ellas entren y vean el gran ventanal que había en el interior de la sala, y que a su vez, estaba en medio de la misma.

— Es una sala bastante novedosa — Comentó Rogers, quien miraba con enorme curiosidad cada rincón de la sala.

— Piers... Estás bien — Dijo de inmediato Chris, teniendo que poner sus manos sobre el ventanal.

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