Al día siguiente, la pareja pudo levantarse con tranquilidad de la cama, pues habían dormido juntos, pues Redfield se negó a irse del hogar del castaño, quien sin hacer objeción, prefirió que su hermoso chico se quede con él y las niñas, quienes adoraban jugar y hablar con el hombre.
Al levantarse, Redfield miro a su castaño, quien quería seguir durmiendo, de ahí que se tapara un poco, lo que fue bastante chistoso para el pelinegro, quien se levantó y le dio la vuelta a la cama, logrando quedar en frente de su castaño, y posteriormente acariciar su mejilla izquierda, causando que él sonría y de a poco abría sus ojos, provocando que las miradas de ambos choquen y se contemplen por unos breves segundos, en los que ambos se acercaron y se conectaron en un tierno beso que mostraba su amor.
— ¿Sabes mi amor? Es el mejor beso de buenos días que he tenido — Confesó con cariño y amor el joven hombre, contemplando a su amado, quien sonrió y después le quito la sábana de encima, logrando cargarlo al estilo princesa y llevarlo hacia la cocina.
— Quiero consentirte, corazón — Mencionó el hombre con bastante cariño, logrando dejar a su amado novio sobre una de las sillas de la cocina, en donde los primeros rayos del sol lograban colarse.
Por su parte, Chris encendió las luces de la cocina, logrando apreciar mejor a su castaño, quien vestía únicamente una camisa holgada de color blanco, propiedad de Redfield, quien se la regalo hacia unos días; además de vestir unos cortos shorts de color gris que estaban por encima de sus rodillas, lo que era algo tentador para el hombre, quien mordió con ligereza su labio inferior, pues en realidad le gustaba lo que veía.
— No eres tan discreto cuando me miras con tanto deseo, Chris — Mencionó el joven hombre con una sonrisa en su cara, para de inmediato levantarse y caminar en dirección a su novio, quien estaba recostado sobre la puerta del refrigerador, y quien le sonreía de lado.
— No puedo disimular ante lo que quiero volver a tener — Dijo con picardia el hombre, tomando de la cintura a su amado chico, logrando acercarlo a él, mientras que su chico enredo sus brazos alrededor de su cuello e inmediatamente ambos procedieron a besarse.
No obstante, el beso entre ambos hombres se intensificó, al grado de que Piers de hallaba sobre la mesa con sus piernas abiertas, mientras permitía que su novio le restriegue su hombría, causando una gran excitacion en él, lo que a su vez le provocó un gran sonrojo y que su miembro despierte, pero siendo apresado por la tela que lo cubría.
— Chris... Mi amor~... Las niñas, ellas~... Mmgh~... Carajo~... — Decía con morbo, pero con algo de consciencia el joven castaño, quien intento sin éxito alguno, el decirle a su amado hombre, que debían esperar, ya que él no quería despertar a las niñas o que estas se levanten y su inocencia se pierda.
— Vamos a la habitación, estaremos cómodos ahí. Y Piers, no hagas ruido, no quiero que las pequeñas nos interrumpan, además que ya luego deberé inventar una excusa para justificar nuestro retraso — Dijo el pelinegro con una sonrisa lujuriosa, para de inmediato cargar a su novio y llevarlo a la habitación, donde las cosas subirían de intensidad.
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MÁS QUE AMIGOS (NIVANFIELD)
FanfictionLa amistad a prevalecido desde hace mucho tiempo, incluido en situaciones de alto riesgo como lo han sido las guerras, desde hace mucho tiempo. Pero incluso cuando la amistad prevalece, es inevitable que otros sentimientos nazcan, como lo es el amor...