Capítulo cuarenta y uno: Nueva vida.

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Al día siguiente, luego del encuentro con su capitán, Piers se hallaba despierto y haciendo unos ricos waffles, pues él debía dejar todo listo para cuando las niñas despierten, ya que ellas aún seguían dormidas, pues recién habían dado las siete en punto de la mañana, hora en que el joven agente estaba despierto, gracias a la notable costumbre de levantarse temprano todos los días, pues esa era una ligera desventaja de su trabajo.

Aún así, el joven hombre estaba satisfecho por esa rutina, pues así podía empezar sus actividades y acabarlas más temprano. Y claro que el preparar waffles es una de esas actividades de las que ahora el teniente debía hacer, pues si bien quedo como el tutor designado de las niñas, él debía mostrar que la decisión tomada por el consejo no era errónea, así que él se daría la tarea de esforzarse y darle una nueva vida a las pequeñas.

Así que Piers siguió haciendo el desayuno, solo que esta vez se daría el lujo de hacer malteadas de fresa y dejar en un pequeño plato de porcelana, que había sacado de las gavetas, chocolates de diferentes colores, que dejaría en la mesa junto a las malteadas para después lavar todos los utensilios usados en la elaboración del exquisito desayuno.

Si bien Nivans había hecho el desayuno de las infantes, él aprovecho a prepararse un poco de café para después depositarlo en una taza, una vez estuvo listo, además de lograr tomar unas galletas del interior de una de las gavetas de la alacena y así él pueda disfrutar su comida.

Aunque, mientras el joven hombre desayunaba, su celular comenzó a sonar, el cual estaba sobre la mesa de la cocina, así que el chico dejo su taza sobre la hornilla para de inmediato ir y tomar su celular, revisando al instante quien podría ser, y al verlo, se dio cuenta de que era su novio, por lo que de inmediato contestó con una sonrisa en su rostro.

— Hola Chris — Dijo feliz el teniente, logrando escuchar al otro lado de la línea una risa.

— Me encanta escuchar tu voz, querido — Contesto de inmediato el capitán con una sonrisa visible en su rostro.

— Supuse que estarías despierto, así que me atreví a llamarte y saber como estabas, aunque igual para poder escuchar tu linda voz — Mencionó sin más el hombre, causando un sonrojo en el castaño, quien simplemente rió, para luego recostarse sobre la hornilla mientras su corazón latía con un poco de fuerza, producto del gran amor que le tenía al hombre.

— Es un perfecto beneficio de trabajar en la B.S.A.A, además que aproveche a hacer el desayuno — Mencionó sin más el castaño, con un tono de voz más cálido y tierno.

— En algún momento tendré la fortuna de despertarme y verte prepara nuestro desayuno — Respondió amoroso el hombre.

— Supongo que ya haz pensado en querer formar una familia conmigo — Respondió el chico, dando en el punto clave que Redfield quería llegar.

— Desde que empecé a desarrollar sentimientos por ti es que lo eh pensado, y no eh desistido de ello, mi corazón — Mencionó muy sincero y aún en tono amoroso el hombre, causando que él corazón de su castaño lata más rápido, lo provocó que ambos tuvieran una cómoda pero significativa charla de pareja, donde resaltaban lo que estarían por hacer en el transcurso del día, además de darse apoyo moral y emocional para sobrellevar las situaciones que estén por afrontar.

— Desde que empecé a desarrollar sentimientos por ti es que lo eh pensado, y no eh desistido de ello, mi corazón — Mencionó muy sincero y aún en tono amoroso el hombre, causando que él corazón de su castaño lata más rápido, lo provocó que ambos tu...

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