La amistad a prevalecido desde hace mucho tiempo, incluido en situaciones de alto riesgo como lo han sido las guerras, desde hace mucho tiempo. Pero incluso cuando la amistad prevalece, es inevitable que otros sentimientos nazcan, como lo es el amor...
Piers iba avanzando con rapidez por una antigua calle que tenía varios restos de personas que tenían signos de haber sido devorados, además que el número de automóviles que yacían estrellados uno contra los otros eran bastante altos, pero a Piers eso no le importo, pues ahora debía concentrarse en ir a su hogar con su familia, pues sabía que ellos estaban en un gran peligro, y más su querida madre, quien, al estar algo enferma por lo que él sabía, no podría hacer mucho ante la terrible situación que su ciudad natal afrontaba.
Sin embargo, al joven teniente, el que su ciudad estuviera bajo un ataque no le impediría que fuera con su familia, o si la oportunidad se le presentaba, poder ayudar a algún pobre residente que estuviera en problemas.
Y eso fue lo que exactamente sucedió cuando al seguir avanzando por aquella calle, él escucho los gritos de dos niños, por lo que de inmediato se detuvo y miró a ambos lados para saber de dónde provenían aquellos gritos.
En cuanto los gritos nuevamente se escucharon, estos venían de su lado derecho, justo en la casa de una familia que conocía desde hacia un breve tiemp, siendo esta la de la familia Douson. Por lo que sin esperar al resto de sus amigos, quienes estaban a unos cinco metros detrás suyo; fue que él decidió ir a salvar a los pequeños, rogando que estos aún estuvieran a salvo y que no se hayan convertido en zombies o en su aperitivo.
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Al llegar a la entrada de la casa, Nivans no perdió el tiempo, y derribó la puerta con una fuerte patada, lo que al cabo de unos segundos, provocó que un zombie literalmente se lance contra él.
Pero antes de que el infectado lograra atacar al teniente, éste logró disparar su fusil, lo que terminó por “matar” a aquel infectado, por lo que al poco tiempo, el teniente sacó de su funda una pistola, modelo 9 mm, la que disparo a la cabeza de aquel infectado que comenzó a levantarse al poco tiempo de haber recibido la gran cantidad de balas.
Pero lo que el propio teniente no pudo ver venir fue un perro infectado, que recibía el nombre de Cerberus, que se tiro sobre el joven hombre, quien cayó al suelo tan pronto recibió a esa bestia, quien intentó morderlo sin éxito alguno, pues Nivans estaba esquivando aquellos intentos de mordedura, a la vez que sostenía al canino en un intento que no lo resguñe con las garras de sus patas y para intentar quitarlo de encima suyo. Sin embargo eso no funcionó, debido al notable peso del canino, ya que éste pesaba bastante.
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