Dos horas y media pasaron y los buenos amigos seguían recostados sobre la cama, admirando el blanco techo, mientras seguían pensando en lo que ahora sabían.
— ¿Chris estará involucrado? ¿Podría ser que él hubiera permitido a la organización hacer su experimento en mi? — Preguntó muy confundido y nervioso el joven chico, quien rogaba en su interior sobre que su intuición no sea más que un simple engaño producto de su imaginación.
— ¡Hey! — Exclamó algo molesta la mujer — No se supone que debas pensar en eso, pues si algo me ah enseñado mi intuición hacia las personas, es que no hay que juzgarlas o suponer de ellas antes de saber la verdad. Además, no creo que Redfield pudiera consentir algo así segundos, permitiendo que su mano derecha acaricie con delicadeza el suave colchón y cubierto por la sabana blanca que había debajo suyo.— Puede que tengas razón, Liz. Pero¿Por qué piensas que el capitán no pudo hacer algo así? — Preguntó de inmediato y con duda, respecto a lo escuchado, lo que es algo bastante inquietante para el teniente.
— Porque él realmente te ama, y no dejaría que la B.S.A.A te hiciera algo — Dijo sin más la mujer, mientras miraba a los ojos a su gran amigo, quien estaba estupefacto por aquella declaración.
— Lo defiendes, ¿por qué? — Declaró el teniente, mirando a su mejor amiga.
— Ya lo dije, él te ama, y tarde me di cuenta — Respondió con rapidez la mujer, para luego levantarse e ir hacia la puerta, tomando el pomo de la misma, logrando girarla, no sin antes dar un suspiro y marcharse.
Piers se mantuvo recostado por un breve tiempo hasta que escucho la puerta abriéndose una vez más y siendo cerrada; impulsando a que el teniente gire su cabeza, logrando ver a Redfield, quien traía un ramo de flores grande y con una tarjeta adherida sobre el listo azul de las flores.— Te traje otras flores porque las que están en el jarrón están próximas a marchitarse — Comentó el hombre con una linda sonrisa pegadiza, provocando la igual sonrisa del castaño, quien se reincorporo y vio al fornido capitán retirar las antiguas flores del jarrón y poner las nuevas.
— Es un lindo gesto de tu parte — Añadió Nivans al instante con una suave voz, haciendo que el capitán sonría de felicidad, ya que a él le encantaba escuchar esa dulce voz de su castaño.
— ¿Te gustaría ver televisión conmigo? — Preguntó al instante el joven Piers a su capitán, quien estuvo estático por diez segundos hasta que volteó y con una sonrisa en su rostro dijo “si”. Por lo que al instante el hombre se acosto junto a Piers, quien le hizo un especio en su cama para luego tomar el control de la televisión que estaba sobre la mesita de noche que estaba a un lado de la cama.
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MÁS QUE AMIGOS (NIVANFIELD)
Fiksi PenggemarLa amistad a prevalecido desde hace mucho tiempo, incluido en situaciones de alto riesgo como lo han sido las guerras, desde hace mucho tiempo. Pero incluso cuando la amistad prevalece, es inevitable que otros sentimientos nazcan, como lo es el amor...