Capítulo cincuenta: La lucha continúa.

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Los agentes se enfrentaban a la gran horda de muertos vivientes, los cuales, habían obtenido la peculiar habilidad de correr, lo que dificultaba mucho los intentos de huida del equipo hacia las escaleras de emergencia que conducían a los demás niveles inferiores, dando como resultado un enfrentamiento bastante violento y sangriento, pues los zombies no iban a permitir el avance de los agentes.

— ¡Mierda! ¡¿Desde cuándo estos bastardos pueden caminar?! — Exclamó más que furiosa Lizzie, quien disparaba su pistola semi automática hacia la cabeza y rodillas de los infectados.

— ¡Quizás pudo haber sido una mutación! — Le contesto en el mismo tono Piers, quien igual disparaba, solo que con su fusil de asalto, en dirección a la cabeza de los zombies.

La sangre salpicaba las paredes y el suelo, pues los impactos de bala dejaban salir bastante sangre, que de igual manera manchaba a otros infectados que se acercaban peligrasamente.

— ¡Carajo!... ¡Agh!... ¡Hay que ir... A las escaleras!... ¡Ya!... — Grito con desesperación la sargento, mientras un infectado masculino se le tiraba con gran fuerza, logrando estamparla contra una pared cercana.

Aunque para la no sorpresa de todos, la sargento lograría, además de esquivar las mordidas del infectado, desenfundar su cuchillo de combate, el cual se ubicaba en la parte trasera de su cintura, sujeta a su cinturón, que de pronto lograría clavar en el corazón del muero viviente, para así empujarlo con fuerza y hacer que retroceda, a pesar que eso no acabaría con él y procedería a nuevamente atacarla.

Jill, por su parte, lograría esquivar el ataque, al pasar con rapidez debajo de los brazos del zombie, y después, lograría sujetarlo desde su atrás con fuerza, para de inmediato llevar sus manos al rostro pálido de ese pobre hombre y finalmente quebrarle el cuello, escuchando como los huesos crujían y la cabeza del hombre la encaraba, por lo que de inmediato tomó el mango del cuchillo y lo saco de donde estaba, esparciendo un poco de sangre en el suelo y permitiendo que el cuerpo caiga.

Jill estaba contenta, pero al voltearse, una zombie femenina se le avalanzaba, por lo que sin más ella esquivo el ataque, para después sujetar a la zombie del cuello y atraerla a ella, para así clavar el cuchillo en su cabeza, lo que terminaría finalmente con aquella no humana y permitiría que Valentine la suelte, al sacarle el arma de combate, dejando la parte metálica de aquella arma llena de sangre y restos del cerebro putrefacto de aquel cadáver viviente, que estaba desplomado en el suelo.

Debido a que estaba sumergida en sus pensamientos, la sargento no se percató del acercamiento de un infectado desde su atrás, hasta que ella escucho la detonación de un arma de fuego procedente detrás suyo, por lo que al girarse ella vio a una infectada con la boca abierta, de pie, pero sin hacerle nada, solo estaba viéndola, hasta que eventualmente el cuerpo caería hacia adelante, orillando a la sargento a moverse hacia atrás y ver como el cuerpo caía.

Posterior a eso, la mujer vería que el responsable del disparo fue Chambers, quien simplemente asintió con su cabeza y procedió a seguir disparando, mientras Valentine veía una gran mancha de sangre acompañada de restos de cerebro en la pared, aunque estos restos se irían resbalando con lentitud.

Posterior a eso, la mujer vería que el responsable del disparo fue Chambers, quien simplemente asintió con su cabeza y procedió a seguir disparando, mientras Valentine veía una gran mancha de sangre acompañada de restos de cerebro en la pared, aun...

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