La amistad a prevalecido desde hace mucho tiempo, incluido en situaciones de alto riesgo como lo han sido las guerras, desde hace mucho tiempo. Pero incluso cuando la amistad prevalece, es inevitable que otros sentimientos nazcan, como lo es el amor...
Caminar por el largo pasillo bien ilumimado que los llevaba a la sala de control, no era algo a lo que la sargento le estuviera encantando, ya que ellos deberían estar subiendo, junto a las niñas rescatadas y la hermana del teniente, al helicóptero que los sacaría de la instalación. Solo que ahora, tenían que caminar por un largo pasillo, para hacer que la ciudad de New Harper se hunda.
— Esa cara indica que en serio estas molesta — Mencionó Redfield, quien se había acercado a su amiga en cuanto vio su para nada discreta cara de enojo.
— Se supone que deberíamos estar en el helicóptero, no aquí — Bufo con gran molestia — Por eso es que no pienso disimular mi cara de molestia — Añadió aún con cólera.
“Es la primera vez que la veo tan furiosa en una misión” Se dijo mentalmente y con cierta gracia el pelinegro, a la vez que él intentaba animar a su amiga.
Sin embargo, una fuerte explosión ocasionó que las luces del pasillo se apaguen, para luego encenderse, solo que de un color rojo, mientras alarmas de incendios se escuchaban por todas partes, provocando que el equipo tenga que correr hacia la sala de control, la cual estaba bastante cerca; más en específico, a tan solo tres metros de distancia, por lo que no había tiempo que perder.
— ¿Saben? — Dijo Lizzie a través del intercomunicador — No se si ustedes se lo han preguntado, pero, las instalaciones no han explotado — Dicha declaración hizo que el resto de los agentes se sorprenda, pues lo dicho por la mujer era cierto.
Pero eventualmente, eso tendría que esperar, pues ahora ellos debían entrar a la sala para poner el plan alterno de la IA en marcha.
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Al estar adentro – luego del cierre de las puertas – todos se percataron de lo grande que era el lugar, con varios paneles, monitores, pantallas grandes en la pared de en frente y pantallas más pequeñas sujetas a los costados. Aunque otras cosa de la que se percataron, fueron que las luces tenían un color blanco, en vez del rojo que indicaba peligro de incendio. Pero eso dejo de ser relevante cuando, en una terminal de forma exagonal, se vio una luz roja en su centro parpadear con insistencia, llamando la atención de los presentes, quienes se acercaron para inspeccionar aquella terminal.
— ¿Será seguro acercarse? — Preguntó con cierta intranquilidad en la voz, la francotiradora.
— Solo hay una manera de saberlo — Fue la respuesta que ella obtuvo de parte de su amigo, quien ya se había acercado y había presionado la luz de la pequeña terminal.
De inmediato, los monitores, botones y un sin fin de cosas comenzaron a encenderse en automático, además que a través del sistema de altavoces, la voz masculina de una alarma, dio un aviso bastante inesperado para todos los presentes.
“¡Atención a todo el personal!” Fue el comienzo del aviso “La detonación ha sido anulada. Pueden regresar a sus actividades cotidianas. Personal contra incendios, favor de presentarse a los niveles 27,28,29 y 33...” El mensaje fue cortado para sorpresa de los agentes, quienes se quedaron bastante confundidos.