Capítulo Dieciséis: Cuando el lobo sangra...

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Luchar contra los hunters era algo sumamente difícil, y eso más que nadie lo sabían los agentes, pues todos recuerdan como en una o en varias situaciones tuvieron que hacer frente a esas horrendas bestias que lo único que querían era masacrar y consumir, pues aquellas criaturas de pesadilla se alimentaban de lo que fuera que mataran, ya que para ellos, no había ninguna diferencia en lo que ellos desearan consumir.

«Carajo, espero que esto no termine como en lo sucedido en Terragrigia ó de lo contrario estaremos demasiado jodidos». Pensó con bastante preocupación el teniente Nivans, pues él sabía que lo ocurrido en el año 2004 en la ahora desaparecida ciudad de Terragrigia fue algo duro para la humanidad y para la B.S.A.A por igual, ya que en esa desaparecida ciudad se usaron por primera vez a los hunters, lo que significó en la masacre de civiles inocentes. Ahora, él podría vivir en carne propia lo que algunos sobrevivientes de la organización vivieron en aquel fatídico día, solo que con la diferencia de estaban en unas instalaciones abandonadas, y no en una ciudad flotante, además que aquellos hunters tenían una coraza sobre sus cuerpos que los protegían de los impactos de balas comunes, teniendo que recurrir a balas especiales para matar a cada uno de aquellos seres monstruosos.

- ¡Carajo son muchos! - Exclamó con enojo la francotiradora, pues el número de bestias había aumentado en tan solo unos cuantos minutos, lo que significaba que la diversión estaba a penas iniciando, aunque para la castaña mujer, eso significara un martirio total.

Por su parte, Jacob, vería con gran asombro e incredulidad, la puerta por la que instantes atrás tuvieron que entrar; abrir con rapidez desde su interior, dejando salir a varios lickers e infectados que avanzaron con rapidez hacia ellos tres, lo que no fue para nada bueno. Teniendo un enorme problema en manos, Woods ordenó en voz alta retirarse, pues de no hacerlo, todos morirían al instante, así que no teniendo otra opción, el trío corrió con rapidez a la armería donde habían salido, debido que ese lugar tenía puertas muy resistentes que le darían tiempo a los agentes en pensar en una solución para escapar, o de cómo lidiar con la infinidad de enemigos que ahora los perseguían sin cansancio.

Minutos más tarde, el trío llegó a la armería, teniendo Piers que cerrar una de las dos puertas blindadas, para ver con asombro y horror a sus hostiles dirigirse contra ellos.

- Coman plomo especial, hijos de perra - Mencionó con odio el teniente, para luego disparar contra sus atacantes, matando en el proceso a tres hunters y a un licker, que estuvo a punto de atacar al joven hombre, que por suerte logró matar a esa bestia, antes de que ocurriera una tragedia. Además, el joven hombre logró matar a una docena de infectados que estuvieron a menos de cincuenta metros de él.

Si bien el teniente estuvo dispuesto a matar a varios de esos infectados y demás monstruos, sería Jacob, quien le grito que tenía que cerrar la puerta, ya que, de no hacer eso, todos morirían, lo que obligó al teniente en cerrar con rapidez aquella puerta y bloquear esta misma con algunos estantes que estaban cerca, imposibilitando que los enemigos pudieran entrar, provocando que estos tuvieran que golpear con insistencia aquellas puertas, sin poder entrar.

- Menos mal que logre poner una barrera en esa puerta, o de lo contrario habría mucha sangre regada por todo este lugar - Los otros dos agentes rieron ante lo dicho por Piers, pero pronto debieron olvidar el momento cómico, debido a que los golpes fueron mucho más insistentes y cada vez más fuertes, al grado de que en cualquier momento, la entrada caería, por lo que de inmediato, ellos empezaron a buscar alguna salida que estuviera camuflada o escondida en la armería, aunque al cabo de unos minutos, ellos se dieron cuenta que no había ninguna salida, o algo que pudiera ser el indicativo de que hubiera alguna salida en aquella habitación, pero para desgracia del trío no encontraron salida alguna.

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