Volvió a la semana siguiente, y los fantasmas se alegraron de verla, igual que sus amigos y un cierto disgusto por parte de Seamus.
Por motivo de las lluvias habían suspendido los festivales que tenían planeado para esas fechas, por lo que tras otra reunión acordaron hacer los eventos en los salones del internado; Olive y Simon decidieron ir disfrazados para participar con los estudiantes encargados de un salón del terror, a lo que Roxanne les tuvo que explicar que no era posible hasta tercer año.
—¡Eso no es justo! —lloró Olive.
—Por el lado bueno —decía la pelirroja—, al menos podemos ir con disfraces, siempre y cuando no sean como el de los estudiantes al mando.
—Buuuh, van a terminar haciendo una copia en miniatura de la tierra de Oz.
—¿De verdad que no podemos organizar algo por nuestra propia cuenta? —pregunta el joven un poco defraudado.
—Solo son un par de años, no es gran cosa.
—¿Algún festival que hayas pasado y haya sido el más genial?
—Olive, no creo que Rox estuviera aquí desde pequeña.
—Tiene razón, empecé a venir aquí a partir de los diez, hace unos cuarenta años casi.
Simon se había quedado mudo ante el comentario.
—Mmm... Uno que me gustó... Fue hace treinta y nueve años, hicieron un salón del terror donde intentaron recrear uno de esos cuartos de escape, y los fantasmas ahí burlándose de los estudiantes le daba más gracia.
—¿Los fantasmas sienten terror?
—Cuidado, tu pregunta puede alterar a algunos.
—Lo siento, es solo... Bueno, ellos técnicamente pueden dar miedo, pero una vez en... Como están en su mundo, ¿Siguen temiendo a lo que temían cuando aún tenían un cuerpo?
—Bueno, si cargan con un pendiente que traían en vida, no creo que cambien de idea en el mundo espiritual.
—Entonces, si un fantasma le tenía miedo a las arañas en vida, ¿les sigue temiendo estando... Ya sabes, muerto?
—Es posible.
—¿Qué más puede asustarlos? —pregunta Simon curioso.
—El ataque de un fantasma de sello, eso es seguro.
—¿No son lo mismo?
—No, en absoluto. Cuando un espíritu no cruza al mundo de los muertos, es un fantasma vagabundo, hasta que no decida cruzar entonces no hace prácticamente nada.
—¿Y qué pasa con los que buscan venganza? ¿No son una gran amenaza?
—Buena rima.
—A ese y algunos casos especiales se les llama espectros de sello.
—¿Me creerías si dijera que no entiendo nada de esa diferencia?
—Un fantasma de sello, por el contrario, carga con un ancla, un pendiente enorme que le impide cruzar si no es tratado con ayuda, es como un deseo que le hace bastante daño, pero el propio espectro no es consciente y deja que lo consuma.
—¿Hablas de algo psicológico? —pregunta el chico, recordando a Emerald.
—Exactamente. Y por eso mismo, son propensos a tener ataques, en los cuales absorben la energía de cualquier cosa que tengan cerca. Por eso existen los aamusan y los Sehrgar, evitamos que dañen la barrera entre lo vital y lo espiritual.
—¿Algo como un guerrero-psicólogo-súper héroe-fantasma?
—Es graciosa la forma de describirlo, pero algo por el estilo.
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Afterlife Academy
FantasyLos guardianes del mundo de los muertos decidieron adoptar a los vivos como sus hijos, pero aquello significaba que verían las almas de aquellos que se niegan a irse al descanso eterno, por lo que muy pocos decidieron aceptar esa curiosa petición: l...