Afterlife Academy

Un punto de quiebre en la maldición

De un momento a otro, su vida pendía de un hilo.

Likht recibió uno de los ataques de Alzul, o de lo que sea en lo que se haya convertido ya que recordaba a su rival como alguien débil y sin explotar su potencial, aquella guerrera le había dejado inmóvil en el suelo a causa de herirle las piernas, en un solo parpadeo, y aún cuando activó un encantamiento de protección ésta lo había roto.

—Voy a jugar bastante contigo, mocoso.

Estaba en serios problemas, por lo que llamó a Luz pese al posible reclamo que éste le hiciera, a penas se había incorporado, cuando la joven lo ataca nuevamente y le clavó la espada en el hombro.

—¿Qué haré contigo? ¿Te convierto en rata? ¿O te convierto en un errante?

—¡Alzul!

Aquella voz era la de Sombra, el ente volteó la cabeza y comenzó a reír de una forma macabra.

—¿Saliste a jugar, sabandija?

—Likht no tiene nada que ver, era el amigo de tu padre...

—¡DIJO QUE ESTABA MUERTO!

Reapareció de golpe frente a Sombra, tal y como había hecho con Majeon-lly, y la paruka los llevó a la dimensión oscura, dónde empezó su combate, una danza mortal entre espadas, la misma que había quedado pendiente anteriormente, y tomaban las mismas fuerzas y habilidades para enfrentarse; Likht miraba asustado, si la idea de pelear contra una paruka era descabellada, aquél duelo era un grave delito, por lo que buscó en salir de la dimensión, de no ser por la figura oscura que apareció frente a él en un segundo.

—¿A dónde vas, mula cornualada?

Lo mandó a volar de una patada, y aún si Sombra lo protegía, ésta lograba burlarlo y herirlos a ambos.

—Alzul, reacciona, esa no eres tú...

—¡No lo defiendas!

—Sabes que actúa así por su maldición...

—¡Su maldición me convirtió en vampiro! No puedo ver sangre sin que me broten los colmillos.

—Creí que se había curado.

—¡Encima va y casi mata a mis amigos!

—Solo ignóralo...

—¡Likht!

Luz había llegado para auxiliar a su discípulo, pero apenas lo había alcanzado la joven lo apartó inmediatamente.

—¡Exijo un ojo por ojo!

Las paruka pronto estaban peleando a la par contra ella y Alzul los combatía sin inmutarse, si a Sombra le había impresionado que luchara a su nivel, ahora estaba anonadado al ver que podía contra ambos, incluso eso sorprendió a Luz.

—¿Qué es eso?

—Mi aamusan... Creo.

—¡Es un demonio!

—¡Lo sé!

—Habías dicho que peleaba a tu nivel, ¡pero esto es demasiado!

—Debe tener algún límite, debemos hacer que llegue al suyo.

Siguieron en combate quizás por una media hora, cuando el guerrero entró en un trance y buscaba en vano meterse a la pelea para dañar a la joven sin éxito; el forcejeo era molesto por parte de Likht, hasta que él mismo gritó.

—¡Luz y Sombra nunca mancharán sus manos de la sangre hermana mientras significa muerte! ¡Acepto pagar por los pecados que cometí usando el nombre!

Ambos espíritus no entendieron lo que había ocurrido, cuando de repente Alzul perdió el control y tiró la espada al suelo, para después emitir un grito ensordecedor; las paruka se detuvieron en seco, y del suelo brotaron cadenas de gliphas en rojo.

—Koko debió tomar posesión de ellos —pensó Sombra.

—Esto es grave —gritó Luz entre el ruido—, solo somos dos para detenerlos, no vamos a salvarnos.

Pero no ocurrió lo que esperaban, Likht había roto las gliphas y su cicatriz ardía al rojo vivo, al mirar a Alzul, la marca en su brazo crecía en medio del mismo brillo; en un intento desesperado, la joven sacó su daga y recitó un hechizo, el filo emitió un resplandor blanco y lo clavó en su muñeca manchada.

—No... Vamos... A ser tus piezas...

La daga se clavó por completo dentro de su piel y su carne, después sacó sus colmillos y fue directo hacia Likht.

—¡NO! —gritó el unicornio desesperado.

Alzul había mordido al chico en su marca, provocando dolor en su momento, además de arrancar un pedazo de su carne.

—¡AAAAH! —chillaba el joven entre dolor y sangre.

Entonces todo pareció detenerse.

La carne de ambos aamusan yacía en el suelo, así como sus armas y después ellos mismos, volviendo a la normalidad por completo. Tanto Sombra como Luz corrieron en su auxilio, cuando la masa carnosa se movió y adoptó la forma de una media cabeza.

—Tuvieron suerte esta vez, hermanitos míos, pero pronto nos veremos de nuevo... Esperaré con ansías a Pensamiento y a Ilusión.

Entonces desapareció en una neblina de sangre, sin dejar rastro alguno, y el silencio se presentó en la dimensión.

—¡¿Qué fue lo que pasó?!

—¡Sombra, cálmate!

—¡Koko los lastimó! ¡No voy a calmarme!

Sin embargo, pasado un momento, lograron serenarse.

👹👹👹

Cada quién tomó a su protegido y volvieron a sus hogares, por parte del dragón, decidió no hablar del tema con los amigos de Roxanne, y atender a la joven lo antes posible, por lo que al llegar con Molly le contó lo ocurrido.

—¿Arrancaron las marcas de maldición?

—Lo hizo ella, Seamus nos liberó.

—Seguro y también iba por ustedes aprovechando que estaban solos.

—Hasta que no despierten, no sabremos lo que pasó más allá de sus acciones.

—El duelo con el kosca está muy próximo, será mejor prepararnos para lo peor.

—Lo sabemos... Lamentablemente lo sabemos.