Afterlife Academy

Una mala navidad (tercera parte: una mejor forma de partir)

—¿Lo haces por molestar? —le gritó Olive al espectro.

—Olive —intervenía Simon—, no lo vale.

—¡Seguimos atrapados en sus ilusiones!

—Porque fui yo quien los trajo —interrumpió Seamus, cosa que los dejó mudos por un momento.

—¿Volviste a tu faceta mala? —se burló Alzul.

—Era eso o que tú acabaras con nosotros. De todos modos, la única navidad terrible que tuve fue cuando perdí a mi madre.

—Es muy bella —dijo la joven mientras veía el lugar.

Estaban en el patio de una casa, Lillian estaba acomodando unos regalos mientras Seamus (con el aspecto de un joven de quince) traía varias cartas mientras leía una.

—¿Ya te respondieron?

—Una tragedia, Callie ha desaparecido.

—¿La bisnieta de Richard?

—Según Nathan, un hombre encapuchado estuvo rondando por el vecindario durante y después del embarazo de su esposa, sospecha que fue él por su vestimenta.

—¿Perdiste a dos familiares en navidad? —pregunta Snowman confundido.

—Sí, aunque ya lo superé —respondió Likht.

El espectro los miraba con una expresión desconcertada, así que deshizo el conjuro para que todos regresaran al internado sanos y salvos, soltó un largo suspiro y decide ofrecerse a ser sellado nuevamente.

—Supongo que no he sido más que una pérdida de tiempo, estoy listo para volver al encierro.

Alzul lo dudó un momento, miró al pino que tenía en mano y planeó una alternativa.

—Sé que detestas las fiestas, pero si quieres podríamos hacer algo no tan casual.

—Me gusta la idea, pero no soporto los adornos.

—Acabaste con todos —le recordaron los chicos.

El espíritu sonrió nervioso, después de desvanecerse las luces volvieron a brillar, los pinos volvieron a ser verdes y las esferas se restauraron; Snowman volvió y el salón donde se encontraban se iluminó tal cual habían adornado anteriormente.

—Vaya, nada mal —sonrió Olive.

—Vamos a comer algo —intervino Simon un tanto nervioso—, tengo algo de hambre.

🎄🎄🎄🎄

La noche antes de las vacaciones de navidad, cuando todos los convivios habían terminado y todos estaban dormidos... Bueno, casi todos.

Roxanne estaba en el tejado de los dormitorios, miraba a la luna que brillaba sobre una nube oscura cuando una voz la sorprendió.

—¿Qué haces aquí, sola?

Snowman estaba flotando mientras la miraba confundido.

—Se me hace costumbre desde que entré aquí, no es gran cosa.

—¿Interrumpo?

—No, no te preocupes.

El ente se sentó a su lado.

—Lamento mucho el desastre.

—Te rendiste bastante rápido.

—Me pusieron a pensar.

—¿De verdad?

—Sus navidades fueron peores que la mía. Un adulto que fue despedido porque no siguió un simple papel, luego fui a casa y encontré a mi mujer con otro tipo. Dijo que no toleraba a lo actores mediocres y mi hijo siempre se avergonzó de mí.

—Eso aún debe doler.

—Pero no tanto como lo que ustedes sufrieron de niños.

Hubo un silencio un tanto incómodo cuan nuevamente habló.

—Además, ya estaba aburrido, aún tenía odio por las fiestas. 

—Tengo entendido que te encerraron en una esfera.

—El tiempo es confuso cuando te encierran en objetos y esas cosas, creí que no había pasado tanto tiempo.

—Es un hechizo para que no sientan el paso del tiempo. No sabemos cómo hacerlos, sólo los tienen.

—Ya veo.

Comenzó a hacer una fría ventisca, la joven extendió la mano creyendo que quizá nevaría aunque no fue así, siguieron callados hasta que las nubes cubrieron el cielo, y Murata preguntó con cierto miedo.

—¿Por qué ocurrió el incendio? Claramente todo estaba apagado.

—Es algo que ni los bomberos pudieron descubrir —respondió la joven tras un momento—. Cuando papá se fue, mi madre y yo nos quedamos hablando, y ella me contó la historia de cuando se conocieron... Al aparecer el fuego, mi madre me cargó para que nada me sucediera, pero me solté.

—¿Por qué?

—...

—Lo siento.

—Creí haberlo olvidado... No quería irme, creí que mi padre aparecería en casa y no nos iba a encontrar. Me quedé inconsciente en medio de las llamas, y cuando desperté, mi madre casi perdía todo su hermoso cabello por mi culpa. Cuando nos fuimos a vivir con mis abuelos, bueno, para ellos el duelo era eterno y dejaron de celebrar, nada que recordara la fecha. Un par de años después, iban a elegir a un tío para el puesto cuando cambiaron de idea, me engañaron para hacerme longeva, y pasaron años de entrenamiento militar, luchas armadas, idiomas distintos.

Ninguno dijo nada después de eso, tras varios minutos una puerta apareció, y el espectro volvió a ser la antigua persona antes de fallecer.

—Ahora no me siento muy seguro.

—¿Te asusta partir?

—Quizá.

—¿Inseguro?

—Creo que sí. Es confuso. No tengo rencor, no tengo miedo, he esperado este momento... Pero, algo no me sienta bien.

—¿Algo que hubieras querido hacer? ¿Algo de lo que te arrepientas?

—Diría que haber arruinado algunas fiestas hace años, y también... Haber husmeado en los momentos de su pasado, no quise herir cosas sensibles.

La joven se levantó y le tendió la mano.

—Ve el lado bueno, en la otra vida te puede ir mejor.

Snowman se levantó con su ayuda, y antes de cruzar la chica le dio el pino, ahora se veía radiante y mejor adornado.

—Feliz navidad, Saotome.

El hombre lo tomó como si fuera un tesoro, al cruzar la puerta dirigió una última mirada.

—Feliz navidad, aamusan. Y feliz cumpleaños.

La figura desapareció sin dejar rastro, y tan pronto como se esfumó comenzó a nevar, la luna volvía a ser visible, y los copos de nieve brillaban como estrellas.

—Feliz navidad, papá. Dondequiera que estés.

Miró al cielo y extendió su brazo nuevamente, no podía sentir el frío del viento, y un pensamiento invadió su mente sin tener sentido alguno: su padre no rompió la promesa porque quisiera, simplemente no fue consiente de ello.