Una temporada de enfermedad (tercera parte: Babboggie Snowman)

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—¿Segura de que no se ve muy navideño?

Seamus y Simon observaron a detalle el salón donde celebrarían su pequeño convivio, mientras Olive colgaba ramas de muérdago por casi todos lados.

—Pff, en absoluto —sonreía la joven rubia—. Dudo que se note que realmente sean muérdagos.

—Creo que fueron demasiados.

—Ay, por favor, ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿O a caso te preocupa que Simon bese demasiadas veces a Roxxy?

—¡¿Qué?! No, no, no, no...

—Wow, Novak, estás tan rojo como la nariz de Rodolph el reno.

—¡No lo estoy!

—Simon, es demasiado obvio que te gusta. Lo que realmente me sorprende es que Roxanne no se haya dado cuenta.

—Seguro y ya tuvo un novio antes —dijo el joven para evitar el tema—, aunque pudo haber envejecido. O seguro y no le interesa, pero no voy a averiguarlo.

—Podrías declararte...

—Bien, suficiente —intervino Seamus entre risas—, no hace falta seguir con esta discusión sin sentido. 

—Gracias, Holloway.

—Además, para eso existe San Valentín.

—Retiro lo dicho.

Los tres empezaron a reír cuando escucharon una risa estruendosa y con mucho eco, un fantasma con un traje vago de duende apareció y los observó con cierto enojo.

—Vaya grupo de payasos he venido a encontrar —y sopló su aliento sobre todas las decoraciones, mientras se marchitaban—. Con tanto muérdago no vaya a ser que acaben en un buen enredo.

—Estás demasiado enfermo, amigo —contestó Seamus molesto.

—Al contrario —dijo mientras lo olfateaba—. Mmm, te falta mucho por odiar a la navidad, no me sirves.

—¿Quién es él? —preguntaron Simon y Olive a la par.

—¿Que quién soy? ¿Quién soy? Soy el espíritu que odia estas fiestas, la pesadilla de la navidad...

—Ya existe alguien con ese título.

—¡No me interrumpan! —dijo haciendo un berrinche infantil—. Yo soy Babboggie Snowman, y vengo a...

Los jóvenes echaron a reír a carcajadas.

—¿Cómo dices que te llamas? —preguntó el castaño entrecortado, mientras los otros dos se trababan con el nombre del espectro.

—Grrr... ¡MI NOMBRE ES BABBOGGIE! ¡BABBOGGIE SNOWMAN!

—Vale, tranquilo. Es que, lo sentimos, pero tu nombre es muy peculiar.

—Trío de payasos... ¡No valen mi tiempo!

Se esfumó antes de que lo notaran y los dejó en medio de un ataque de risas.

🎄🎄🎄

Roxanne caminaba por los jardines cuando sintió una presencia y escuchó otra perla rota, la palabra "nieve" se encontraba en medio de una fina grieta, por lo que se mantuvo alerta; siguió andando cuando vio un pino decorado y maltratado, el cual levantó y lo sacudió.

—Nadie quiso tenerte en un mueble, ¿cierto? Eres bonito, sólo hay que arreglarte.

Lo miró con cierta melancolía, mientras lo guardaba y seguía su camino hasta que las chicas que la fastidiaban le bloquearon el paso.

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