Una ola de emociones

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Olive volvió a estar asustada.

—Responde niña —la intimidó la mujer—, ¿De qué conoces a Koko?

—No sé de qué me estás hablando.

—Tu pesadilla, esa silueta, es un monstruo de la dimensión espectro.

—Debió ser una mera coincidencia —intervino Simon para calmarlas—, ni siquiera sabemos de lo que hablas...

—¡No se hagan los desentendidos! Conmigo no funciona...

Antes de siquiera acabar su frase, Zabluda salió volando y se estrelló contra una pared porque Alzul le dio una potente patada, gruñía y se ponía agresiva frente a sus amigos, había perdido el control de sus emociones nuevamente creyendo que la guerrera les estaba lastimando; la aamusan roja apenas se levantaba cuando la joven la derriba nuevamente y la detuvo en el suelo.

—¡¿Pero qué crees que haces?!

Estuvo por seguir su ataque, hasta que Simon interviene y la derriba cayéndole encima.

—No la lastimes, por favor...

Alzul solo emitía sonidos sin sentido, sin embargo logró mantenerse firme y al final contestó.

Les gritó a ustedes —respondió entre dientes y arrastrando las palabras.

—Pero no fue a propósito, fue un accidente.

—¡No fue un accidente! —le gritó Zabluda molesta—. No te pongas de su lado, esa amiga tuya conoce a Koko.

La guerrera traspasó al joven, y antes de siquiera acercarse a cometer una atrocidad intervino Ilusión, y detrás de ella, Sombra dormía a los amigos de Roxanne para evitar un lío mucho mayor.

—No imaginaba que tu guardiana realmente se convirtiera en un monstruo —dijo el chico quimera.

—Su amiga conoce a Koko, lo vi, era su pesadilla...

La aamusan esquiva a la paruka y la vuelve a atacar, de una patada la envía a la pared más lejana de donde se encontraban.

—Alzul, para, por favor —intervino Sombra.

Ella quiere lastimar a Olive.

La chica siguió sus ataques hacia los tres, sin inmutarse y sin agotarse, tal cuál lo había hecho cuando Luz intentó defender a Likht. Había derribado a la quimera cuando éste le dice entre jadeos de dolor.

—No, nadie va a dañar a tu amiga, no es así. 

—Exacto —le siguió su hermano—. Pero si Olive soñaba con Koko no es una mera coincidencia.

La aamusan dejó de pelear, entonces Ilusión interrumpe para proteger a su peleadora.

—Por favor, solo queremos saber porqué se da esa coincidencia. No le haremos nada a la chica, te lo prometo, pero te pido que no le hagas más daño a Zabluda.

Parecía que hablar con ella funcionaba, pues se encontraba más tranquila y a punto de volver a la normalidad, cuando la joven de vestido rojo le lanza una flecha en el costado, provocando un aullido y que su enojo se hiciera mayor.

—¡Zabluda! —la reprendieron los espíritus.

Pero la guerrera tenía el ojo marcado con la maldición, ambas entraron en duelo e ignoraban a las paruka, además de que evidentemente Alzul tenía más ventaja.

—Debe haber una manera de detenerla —dijo Ilusión preocupado.

—Es difícil, Alzul no es de calmarse fácilmente una vez que entra en ese estado.

—¿De verdad no hay una forma?

Ambas siguieron su combate, la guerrera de Sombra buscaba arrancar el ojo maldito de Zabluda mientras ésta huía de ella lanzando flechas. Siguieron así hasta que una silueta de estrellas cubrió a la guardiana de Ilusión, arriba en una columna, estaba la hechicera fantasma de regreso.

—¡Majeon-lly!

La Sehrgar se interpone y con un hechizo duerme a Zabluda, a la vez que la protege de la otra guerrera, Alzul dudó en atacarla cuando su muñeca comenzó a doler y a sangrar, agarró su espada y arrancó aquella marca para evitar que se propagara, mientras que la segunda luchadora grita de dolor y reacciona para arrancar su ojo marcado, hubo bastante sangre derramada, y al igual que la vez anterior, la carne sobrante se desvaneció.

—Ya no nos queda tiempo, Koko de algún modo atacó a Likht y a Gedank —dijo la Sehrgar cargando a su amiga.

—¿Se encuentran bien?

—Luz está herido, su aamusan intentó salir de nuevo; y Gedank casi atenta contra pensamiento.

—Es por la amiga de Alzul, ella conoce su existencia.

La joven estuvo por atacar, con cierta pesadez debido a su herida, cuando una voz ajena le llama la atención.

Pua...

Aquel susurro vino de Simon quien estaba despertando y luchaba por mantenerse así, miraba a la joven y murmuraba torpemente.

Pua.

Alzul se detuvo por completo, y tras un rato calmada volvió a la normalidad, las paruka suspiraron aliviadas, y con cierta complicidad, Sombra habla con su guardiana.

—Será mejor que los saques de aquí, no queremos más problemas.

La joven asintió, entonces corrió a auxiliar a sus amigos y los llevó a sus habitaciones, colocando zapisi de memoria para olvidar ciertos detalles de lo ocurrido con Zabluda y Jinamizi. Mientras, Sombra, Ilusión, Majeon-lly y la aamusan se quedaron absortos.

—¿Por qué dijo eso? Es como si supiera que eso la puede calmar.

—Me llamaba a mí —dijo la hechicera mintiendo—, cuando era niño me lo llevé a Hawái.

—"Flor", ya veo... Deberías convertirlo en Sehrgar, sería de ayuda aquí.

—No, él no está preparado para eso.

—¿Y qué sucedió con Alzul? —quiso saber la paruka quimera.

—Te había dicho que su maldición se fusionó con su astarli, de un modo u otro.

—Creemos que Koko controla a todos por las marcas de maldición.

—Y así lo hace —jadeaba Zabluda cuando se reincorporó—. Se mete en nuestras cabezas y de repente se ríe de nosotros. Es un parásito.

Los demás guardaron silencio, era muy probable que la entidad pudiera atacar en cualquier momento y no tenían idea de cómo vencerlo en una segunda ocasión, para aliviar la tensión, la quimera suspiró sobre la reciente misión.

—Al menos ya no hay que temer a Jinamizi, lo acabaron por completo.

—Eso es lo importante en este lugar —le siguió su hermano—, por ahora.

—¿Y qué hay de la chica? —insistió Iledrith—. Ella sabe sobre Koko. Cuando Jinamizi usó sus pesadillas apareció su figura.

—Debo hablar con ella, no me parece mera coincidencia, además, hay algo que debo contarles a todos ustedes, y será mejor vernos en la dimensión espectro en cuanto se recuperen.

Ilusión y Zabluda se despidieron, mientras Molly y Sombra se quedaban para vigilar a los chicos, quienes estaban dormidos en la habitación de la joven pelirroja, aparentemente en un agradable sueño.

—Veo que se sienten más seguros —dijo mientras se desvanecían, cuando una voz familiar les asustó y miraron a la amiga de sus chicos.

—Buen intento hermanito, pero mis marionetas no van a detenerse.

Al mirar a Olive, le notaron una diminuta marca roja en la mejilla que desapareció tan pronto dejaron de escuchar el eco, al fin presenciaron una de las posesiones de las que Alzul les había advertido.

Afterlife AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora