Afterlife Academy

Ecos de un fantasma reapareciendo

Se la pasó en vela protegiendo a su amiga después de eso.

Al día siguiente, le comentó a Simon de lo sucedido en la biblioteca y lo que dijo la voz por medio de Olive, a lo que el joven sugirió hablar con su abuela para una explicación sobre posesiones, pero Roxanne no debía dejar que supiera el secreto de su abuela.

—Estoy segura que es algo más que una simple posesión espiritual —le dijo un tanto inquieta—, un kosca no es precisamente lo mismo que un fantasma, tiene muchísimo más poder, diría que la fuerza de todas las paruka juntas por cada uno. Y por lo que tengo entendido, son más viejos que el tiempo.

—¿Y has buscado algo sobre él? A parte de lo que me acabas de decir.

—Créeme que se me olvida —respondió tras un pesado suspiro—, he vigilado a Olive desde ese incidente que me cuesta conciliar el sueño, no sé porqué o cómo logró hablar por medio de ella, pero si Sombra se entera... Me preocupa que algo le suceda a Olive.

—¿Y por qué no lo haces ahora? Aprovechando que no está por estos lados.

—No lo sé, no me siento segura contigo. ¿Y si también te ocurre algo? No podría perdonarme...

—Oye, descuida, nada ha podido afectarme tanto.

—No lo entiendes, realmente es una entidad muy poderosa.

—Bien, tranquila, entiendo. Al menos me podrías informar lo que descubriste después.

La chica lo dudó, confiaba en su amigo, pero no quería ponerlo en riesgo.

—Bueno, veré qué puedo investigar. Si lo que descubro no es tan grave, entonces te lo diré, pero si es de extremo peligro no te podré contar en absoluto.

—De acuerdo, ten mucho cuidado.

Roxanne se retiró a su habitación en busca de un lugar privado, pero éste se encontraba ocupado por lo que probó suerte en los jardines, cosa que tampoco fue posible con el club de herbolaria, también se ocultó en los baños cuando le advirtieron sobre sus rivales, por lo que decidió ocultarse en su casillero. Ahí, con ayuda de un hechizo de luz, buscó el nombre de la entidad que tanto misterio guardaba.

—"Koko, el que bebe la sangre. Kosca del infierno espiritual, anteriormente se alimentaba de la sangre de los que iban a dar al mundo de las almas para recibir su castigo. Su inteligencia era superior a la de sus hermanos Iwi (Huesos) e 'I'o (Carne). Anteriormente sellado tras rebelarse contra los dioses"...

Lo que siguió leyendo, le dejó sumamente sorprendida.

—"Actualmente se encuentra escapando del sello que lo mantiene, dado que hace cincuenta años terrenales logró romperlo se realizó un sacrificio para detenerlo, no sin antes lanzar una maldición"... Papá... —pensó—. ¿Qué te hicieron?

Si bien sólo pidió a Elieh que usara un hechizo simple de transcripción, aquella copia de enciclopedia no solo mostraba el pasado de los espíritus, también mostraban la historia que éstos creaban todavía, fue entonces que descubrió lo que su padre le había querido decir en sueños. Buscó algo sobre la maldición, pero el libro se desvaneció en sus manos, dejando atrás una nota.

"Te dije que no entraras a la biblioteca".

Miró molesta la nota, Sombra supo de alguna manera que había encontrado la enciclopedia y se la arrebató de las manos, se levantó enojada y cuando salió la paruka la miraba muy fastidiado, al parecer, su ira se estaba fugando.

—Entonces, vas a hacer lo que te da la gana.

—Puedo explicarlo...

—Te dije rotundamente que no debías entrar a la biblioteca.

—Tú dijiste que no a la biblioteca fantasma...

—Pero lo hiciste.

—No lo hice, estuve en la biblioteca del internado.

—Y usaste un yansakhi para ir por un libro.

—Fui a dejar uno, mi padre me lo dijo en sueños...

—¿Qué dijiste? —preguntó incrédulo—. ¿Viste a tu padre?

—Sí, desde hace semanas. Anoche me pidió que fuera a la biblioteca y reuniera los libros que tenían a Elieh retenido.

—Eso es imposible, solo debió ser un sueño sin sentido, nunca nadie ha salido del Limbo.

—Pues entonces no sé qué ocurrió.

—No me contestes en ese tono.

—Uy, pues disculpa. Iré a molestar a las almas.

Explotó mientras se alejaba de Sombra, quien solo la vio con negación antes de esfumarse, la chica no quería seguir discutiendo con él, y el enojo de antes volvió sin motivo aparente.

—Muy bien, no sé qué es lo que tanto decide ocultarme, pero entonces yo también le ocultaré lo que me suceda... Después de todo sé cuidarme sola.

Se dejó llevar por el pensamiento, ignorando todo y a todos a causa de su mal humor, cuando notó que estaba en medio de un callejón sin salida, miró a su alrededor antes de percatarse que el lugar era completamente distinto a lo que conocía del internado. Al dar la vuelta para regresar, solo pudo ver otro muro que bloqueaba su salida, y frente a ella estaba una puerta negra que juraría nunca había estado antes.

—Sé que existen estos eventos... Pero hasta ahora no había podido entrar en uno.

Se transformó para adentrarse con cautela, la curiosidad llenó su ser y la motivó para su aventura, y utilizó el lazo para poder hallar el camino de vuelta antes de pasar; cuando creyó que no había nada en absoluto, la puerta se cerró de golpe y una luz brillante iluminó una pequeña habitación solitaria y acogedora.

—Aquí seguro hubo un psicólogo fantasma —dijo mientras inspeccionaba el lugar.

Habían muy pocos muebles, de los que destacaban un estante de libros viejos, un banco pequeño y un sillón, además de un pequeño escritorio con la misma tinta invisible que usó para las gliphas, y unas pocas hojas. Quiso descubrir al dueño de dicho sitio, y pronto comenzó a llamar.

—¿Hola? ¿Hay alguien aquí? No vine a hacerte daño. A menos que quieras problemas, entonces tendré que golpearte.

Al parecer, quien haya estado en ese sitio no había acomodado las cosas antes de abandonarlo, y revisando las hojas a contraluz, vio un pequeño mensaje escrito.

"¿Lo encontraste? ¿Quién eres?"

Creyó que ese mensaje era igual de antiguo, sin embargo iba a responder de vuelta, pero al no encontrar una pluma suelta una grosería, a lo que la hoja se sacude nuevamente.

"¿Quién está ahí?"

Entonces alzó la voz.

—Soy aamusan Alzul. Soy descendiente de Iztala.

"¿Roxanne? ¿Realmente eres tú?"

—¿Quién eres y cómo sabes mi nombre?

"No hay tiempo que perder. Me temo que Koko ha encontrado una manera de escapar, ten mucho cuidado ahora más que nunca, mi pequeña flor".