El espíritu de la sangre (segunda parte: lo que alimenta a una sanguijuela)

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Las paruka se molestaron bastante por aquella escena.

Sus guerreros ahora eran las marionetas de su hermano kosca y ninguno parecía tener conciencia propia o voluntad, pero estaban seguros de algo: Koko podía causarles dolor, un tormento del que no podían escapar y tenían que ayudarlos. En un instante, los aamusan (o los cuerpos de éstos) se pusieron en guardia en cuanto la entidad hizo un gesto de manos, y al siguiente movimiento emboscaron a los espíritus, mientras se enfrentaban, aquel ente les habló a Majeon-lly y a Simon.

—Jugaré con ustedes en un momento —y el ambiente cambió a un enorme laberinto de lápidas—, mientras, escóndanse muy bien, porque iré a buscarlos.

La Sehrgar no lo dudó y se llevó a su nieto lo más pronto que podía, el chico solo volteaba a ver por última vez a su amiga, si es que era una última, cuando se sintieron lo bastante lejos la dama empezó a hacer un conjuro y varios encantamientos de protección para el joven.

—Abuela...

—Ahora no, Simon, necesito que te quedes quieto.

—Pero...

—Sé que estás asustado, yo también, pero debes ser valiente...

La dama pronto rompió en llanto y se lamentaba, murmurando por las paruka, los aamusan y la traición de su mejor amigo.

—No puedo creer que haya hecho esto... 

Simon no tenía idea de cómo consolar a su abuela, no tenía conocimiento alguno de lo que había sucedido aquel día, pero de parte de ella, Rox, Neru y Sombra, sabía que habían perdido mucho en la batalla; mientras su abuela se recuperaba pensó en sus amigas y en todo lo que Koko planeaba hacer con ellas, y algo dentro de él le despertó una intriga sobre el brujo que los condujo a su final.

—¿Por qué lo haría?

—¿Simon?

El joven se puso de pie y comenzó a hacer gestos un tanto nervioso.

—Dime algo, ¿Quién estuvo con Majeon-xalom cuando fue con Koko?

—Simon...

—Seamus dijo que era un vidente, sus predicciones eran certeras.

—Lo eran, pero...

—¿Qué razones tenía Kuruxalome para hacer una emboscada, si sabía que también iba a morir?

La mujer estaba ciertamente desconcertada, hasta que un rugido se escuchó y se movieron de lugar, así que el joven le explicó su corazonada.

—Sabía que Koko iba a ser liberado, que él y los brujos morirían y posiblemente otras cosas más, ¿Qué tal si todo esto se trata de un plan para acabarlo?

—¿Hablas de...?

—Exacto, una trampa. Aún no entiendo cómo se supone que funciona, pero debemos encontrar una respuesta antes de que Koko nos atrape.

—Pero las paruka no son tan fuertes como él, a penas y pueden acercarse pero los guerreros pelean contra ellos.

Simon siguió pensando sobre la marcha, necesitaba encontrar la siguiente pieza a aquella idea antigua.

—No son del todo fuertes porque los dioses no iban a cometer el mismo error de los kosca —explicó Molly—, por eso están ellos y los guardianes.

—Tengo entendido que recuperó poder con la maldición. Que eso fue lo que estuvo haciendo antes del primer ataque.

—Como lo que ocurrió con Alzul y su brazo, así lo hizo con los demás.

—Podríamos hacer que las paruka absorban energía de la misma manera para que ganen fuerza.

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