En un panteón elegante, en una ciudad bella, se escuchaban ruidos de ratas y lamentos mudos de almas abandonadas por sus parientes, justo a las tres de la mañana, era algo normal que sucediera, sin embargo hace cinco días sucedió un encuentro algo inusual.
Aquella figura encapuchada esperaba en su recinto, una tumba muy antigua y que solo tenía una cruz encadenada con collares de ajo y estacas, quien quiera que lo haya contactado desde una dimensión especial para los errantes tenía planes para él, por lo que esperaba ansioso a su llamado, invadido por la esperanza de volver a succionar la vitalidad de los terrenales...
—Lamento mucho la demora, Lord.
Al voltear, un joven no mayor de diecisiete estaba justo frente a la lápida, vestía de negro y rojo, dando un aspecto de intimidación y pura maldad, había escuchado sobre su antecesora, y al verlo sabía que algo estaba mal.
—Una noche eterna, y me encuentro a un fanático.
—Fanáticos hay por montones, pero yo, que puedo verle, vengo a pedirle su más preciada posesión.
El espíritu sabía de lo que hablaba, pues en vida y como forma de castigo le hicieron desangrar por las víctimas que habría cobrado tiempo atrás, lo que le desconcertaba era quién era el solicitante.
—La sangre que buscas está ahí —dijo mientras que de la cruz del recinto brotaba un líquido carmesí.
El joven se acercó con un frasco en la mano, y guardó un poco de la sustancia pues tenía ideado un plan bastante macabro.
—Si quieres que tú víctima se convierta, debes darle mi sangre durante un par de semanas, entonces caerá muerto, no debes resucitarlo en el momento, y cuando tenga sed aliméntale de sangre inmediatamente de un vivo, hasta que haya acabado con su vida.
—Entendido, le agradezco nuevamente su favor.
—Ten mucho cuidado niño. Los tuyos no cometen semejantes actos.
Aquella silueta se desvaneció, el vampiro decidió hacerse el tonto pues sabía de sobra quién era el joven, incluso se llegó a preguntar porqué lo estaba haciendo, pero su ambición de volver entre los muertos le valió más que ese enigma sin sentido. Esa misma noche, reapareciendo en el sótano de un teatro antiguo, Likht volvió a su forma original, y tomando la sangre inició un conjuro para preparar una mezcla sólida, se puso a trabajar en el resto de su siguiente jugarreta, una poción a la cuál después convirtió en varias piezas de caramelo.
—Si esto no puede contigo, entonces me convertiré y tomaré tu alma... Roxanne.
🩸🍭🩸
Olive estuvo con ellos a partir de entonces.
Nació en la isla, vive con sus padres, practica artes marciales y suele bromear con lo que ella llama el "don de la presencia", mediante el cuál puede sentir el aura de la gente; sus amigos, tal y como había mencionado, la dejaron a penas conocieron a Seamus, a la vez que revelaron estar con ella por lástima.
Roxanne notó que ella y Simon tenían una conexión, por lo que tuvo la idea de que ambos podrían estar juntos uno con el otro para que no sintieran pena por ella, sólo era cuestión de tiempo para después dejarlos atrás, estuvo pensando en ese plan cuando notó que la perla se estaba agrietando, por lo que dejó el asunto y estuvo buscando en cada rincón.
Un vampiro carecía de reflejo debido a la carencia de alma, usando la visión espectro podría ver el reflejo de cada estudiante; los licántropos reaccionaban al mata-lobo o a la plata, podría llevar un perfume con la hierba o usar polvo del mineral y esparcir un poco en el suelo; en cuanto a las brujas el asunto era más complicado, no dejaban de ser humanas pese a sus habilidades, y el agua bendita en todos lados le daría a Mariel la excusa perfecta para seguir con sus bromas, pero era mejor a tener que tratar con flamas.
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Afterlife Academy
FantasyLos guardianes del mundo de los muertos decidieron adoptar a los vivos como sus hijos, pero aquello significaba que verían las almas de aquellos que se niegan a irse al descanso eterno, por lo que muy pocos decidieron aceptar esa curiosa petición: l...