Afterlife Academy

La Mansión de una Sehrgar

—Eres la primera chica que conozco que se emociona al viajar en tren.

Roxanne asomaba la cabeza por la ventana sin mucha precaución, estaba riendo y llorando al mismo tiempo, y gritaba de la emoción.

—¿De verdad nunca habías ido de vacaciones a la playa? ¿O al menos al mercado?

La chica se metió y aún sonreía.

—Solo al kinder cuando tenía tres años, después ya no salía nunca.

—¿Ni siquiera una foto de pequeña?

—Solo en el jardín de la casa de los abuelos.

—Eso es muy cruel. Tú familia realmente da miedo.

—No te preocupes, lo bueno es pasar el rato rodeada de caballos.

—¿Tienes caballos?

—Solo unos ocho.

Simon era quien reía ahora, durante el trayecto veía que Roxanne se maravillaba con todo, desde el paisaje lejano de la ciudad hasta con los animales que pastoreaban; al llegar a su destino se distraían con accesorios del mercado de la zona, y así hasta llegar a la casa del joven.

🔮📿📿📿🔮

Aquella construcción era realmente hermosa ante los ojos de Roxanne, una casa de dos pisos bastante amplia y de toque rústico que podía encajar en un bosque, en la playa e incluso la ciudad, tenía un jardín lleno de rosas blancas y emanaba un aura de calma en cada rincón; cerca del lugar habían espíritus, al igual que en el internado, igual de pacíficos y amistosos, si bien no era un gran número, andaban libres por todo su vecindario.

—Tu casa es bellísima.

—Me alegro que te guste, pero te recuerdo que es de mi abuela.

—Vives en ella.

—Venga, vamos adentro, mi abuela debe estar esperando.

El joven la invitó a pasar y le guardó el equipaje, si la casa por fuera era una maravilla, por dentro parecía un museo de antigüedades, completamente lleno de curiosidades variadas de diferentes regiones, tenían decorados llamativos en las paredes, los muebles iban de lo más sencillo a lo extravagante, Simon le mostraba el lugar mientras la observaba, le agradó ver que su visita se sentía atraída por su hogar.

—Mi abuela es originaria de una región en Egipto, no recuerdo exactamente cuál, dice que es como una tierra donde la energía de los espíritus es muy variada como las olas del mar. Estuvo viajando por el continente hasta una escuela donde estudió medicina, y una vez que acabó su carrera regresó a su hogar y se hizo amiga de un brujo, es por él que a mi abuela le llama la atención las artes místicas, y por ella es que a mí me gustan esas cosas.

Mientras escuchaba, Roxanne observaba varios pergaminos y algunas fotos de la abuela del joven en sus viajes, tenía curiosidad de saber cómo es que la dama podía tener conocimiento del mundo espectro, pues eran pocos los que tenían permitida dicha sabiduría; Simon la llevó dentro hasta una biblioteca, la habitación parecía ser un centro de estudio lleno de planos en una mesa, mientras en otra estaban algunas herramientas e ingredientes para brebajes.

Observando las paredes, y tras otra serie de fotos, notó que la mujer era casi de la misma edad en cada fotografía, mientras que en la esquina inferior se delataban las fechas; la abuela de Simon era bella, de tez oscura y con la misma cabellera en rastas que su amigo, además de ser un poco más alta.

—Tu abuela se ve muy joven en cada fotografía.

—Ah, eso. Según me explicó tiene una condición que retrasa su envejecimiento, a sus ochenta y tantos años parece de treinta, y que es una peculiaridad muy rara a nivel mundial.