El espíritu de la sangre (primera parte: la gran traición de un hechicero)

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Habían transcurrido diez días.

Diez días desde que Olive había desaparecido junto con Koko.

Simon y Neru estaban preocupados por Roxanne, su ira aún no se esfumaba y se encontraba frustrada todo el tiempo, Molly y Sombra vigilaban el internado en busca de la entidad o su posible paradero, sin embargo nada había en el lugar. Pensamiento intentaba pedirles disculpas arduamente, pero terminaba recibiendo alguna golpiza por parte de la joven, por lo que Ilusión, Luz y Seamus tuvieron que intervenir para evitar que el conflicto se hiciera más grande.

Roxanne fue la única que decidió volver al instituto, su familia se había enterado de la situación y se había ofrecido a ayudarla, sin embargo y por culpa de su humor fue que los rechazó, así que estaba por los pasillos del internado junto a Sombra buscando una solución.

—Deberías haberte quedado con tu madre y Simon —murmuró nervioso la paruka, le daba un poco de miedo su amiga.

—Voy a encontrar a Oli, aunque me cueste la vida —seseó la chica como respuesta.

—Eh... Si la encontramos...

—¿Disculpa?

—Dije que lo haremos, por favor, deja tu mala vibra, me das más miedo que la sanguijuela que buscamos.

—Es culpa del pajarraco.

—Veo que le agarraste un odio profundo a Pensamiento.

—Se lo ganó de mi parte, y los golpes también se los merece.

Ninguno volvió a hablar del tema, estaban en la biblioteca cuando escucharon una voz familiar por detrás.

—¡Geuneul! ¡Roxanne!

Seamus y Simon los alcanzaban, ambos estaban preocupados y exaltados por lo que tuvieron que ir a un sitio solitario para hablar.

—Tenemos un problema.

—No deberían estar aquí —rugía la joven cuando les contaron lo que pasaba.

—Se llevaron a Zabluda y a Gedank.

—También a Molly, desaparecieron y las paruka están en la dimensión espectro.

—¿Es...?

—Koko, así es. Está empezando a llevárselos.

—¿Y Luz?

—Aquí —dijo un joven alto y albino a lado de Sombra—. Los traje aquí en cuanto pude, dimos el aviso a Molly cuando de repente...

—¿Por qué la pausa? —quiso saber la joven.

—Olive la arrastró por la pared antes de desaparecer.

—No puede...

—Ser, lo sé —intervino su amigo—, también me cuesta creerlo, pero no era ella. No del todo, al menos. Creo que Koko posee su cuerpo. 

—Maldita escoria —Roxanne a penas y podía mantenerse cuerda, aquella noticia la puso más furiosa.

—Tenemos segundos antes de que vengan por ellos también —dijo Luz bastante preocupado—. Podría aparecerse en cualquier instante.

—¿Y cuál es el plan? —quiso saber Seamus algo intranquilo mientras se recargaba contra la pared. 

—Llamaremos a los dioses, ustedes son muy jóvenes para tratar con Koko.

—Si los invocamos, en lugar de ponerle el mismo sello tendrían que emplear uno de más poder, con suerte y tardaría el doble o triple de tiempo en reponerse.

Afterlife AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora