Actuaciones precipitadas

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Para eliminar la sangre de vampiro de su cuerpo, a Roxanne le hicieron medicinas con agua bendita, prohibiéndole estrictamente los dulces rojos, el proceso sería de tres semanas para asegurar que el veneno haya sido eliminado, por lo que esperaba un largo tratamiento.

Aquel mismo día, en la isla de Coronn, el vampiro había solicitado la presencia del joven Likht.

—Debes saber que descubrieron tu trampa, si esto se te sale de las manos, estás en serios problemas.

—No sin pruebas, solo debo meterme en su hogar y alterar las cosas. ¿No hay una forma de acelerar la conversión?

—Realmente estás mal, muchacho.

La sangre volvió a brotar de la lápida, está vez de un color oscuro.

—En el corazón o en una vena, la sangre la infectará en poco tiempo, pero debes hacerlo en la noche y alimentarla de sangre hasta la muerte si quieres que el efecto de la maldición sea inmediato y permanente, además, aún espero que cumplas tu promesa de que podré reencarnar o volver entre los muertos.

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La semana transcurría normal, la perla roja aún seguía en el brazalete, pero la condición de la chica parecía ir a mejorar, el agua bendita le quemaba el estómago y le provocó náuseas fuertes, Olive le predijo que su vida volvería a ser prolongada como antes, demasiado para ser exactos, pero las hojas de té no eran de buena fortuna, sin embargo Simon le juró que nada de eso le iba a afectar más.

Así como las cosas parecían ir en marcha, la calma se volvía muy incierta, Seamus había dejado de asistir a la escuela (con el pretexto de una emergencia en su hogar natal), y en casa las cosas también eran algo pesadas, su familia estaba un poco consternada porque la joven nunca había explicado nada de la presencia del chico ni del acoso por parte de éste. Aunque a ninguno de sus abuelos y tíos mayores pareció importarle, diciendo que era algo pasajero, solamente su madre le daba algo de consuelo silencioso, visitándola a su habitación.

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El siguiente fin de semana estarían reunidos otra vez, sin ocultarse y esperando que la familia estuviera presente, sus primos y tíos la hacían de emoción de solo esperarlos, y Roxanne estaba que irradiaba alegría de volver a ver a sus amigos sin ninguna restricción.

—¿Seguro que vendrán? —le preguntó uno de sus primos dudoso.

—Claro que sí, está vez de verdad.

—Lo mismo dijiste a los treinta y dos, y te dejaron plantada. Y a los veintisiete... Y a los dieciséis...

—Sí, sí, ya sabemos las tragedias familiares.

—Si tú lo dices.

—Simon y Olive son completamente diferentes.

—¿Cuáles eran sus apellidos?

—Novak e Ikoa.

—Novak, me recuerda a la Sehrgar que conocimos.

—Es su nieto, su abuela Molly tiene una foto con los aamusan.

—¡Molly! Una amiga, sin duda no es coincidencia que se encontraran.

—A mí me agradaba esa señora.

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Olive y Simon iban a medio sendero, hasta que la joven platinada se detuvo y se mostró preocupada.

—¿Sucede algo? —preguntó el joven.

—Tengo un muy mal presagio desde la mañana.

—¿Tú crees?

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