Habían pasado dos días del ataque de Jinamizi.
Los estudiantes permanecían alterados por las pesadillas, profesores de la mayoría de materias suspendieron sus clases debido a lo mismo, los tres amigos permanecieron en desvelo por precaución, pero pronto dejaría de ser funcional; Olive era susceptible a la luz y tenía dolores de cabeza, mientras Simon se ponía de mal humor.
—Ya no puedo desvelarme más de dos días, es un tormento.
—Simon, baja la voz...
—¡Tengo la voz baja!
—Ssh...
—Ustedes dos pueden descansar por ahora, quizá pueda detenerlo si trata de atacar.
—¿Y acabar como mi abuela? No, gracias.
Roxanne los miró preocupada, por lo que fue a la biblioteca en busca de una solución a aquel molesto problema, sin embargo lo que vio le sorprendió más: todos los fantasmas corrían despavoridos mientras figuras pequeñas los perseguían emitiendo chillidos y expulsando chispas por doquier.
Atrapó uno y lo observó con detenimiento, se trataba de un muñeco de trapo pequeño, tosco y sucio, quien la amenazaba torpemente con un brazo de felpa con alfileres, además de llevar huesos decorativos y emitir un brillo de luciérnaga.
—¿Qué demonios es todo esto?
—Vinieron de la nada —dijo un niño fantasma en un estante.
—¿Cómo es eso posible?
—No sabemos de dónde son, solo vinieron aquí y están chillando a todo en este plano.
Alzul no dudó más y se dedicó a perseguir a las criaturas, diferentes de tamaño y forma, todas de una tela húmeda y embarrada, pero conforme atrapaba a una, otras cinco la molestaban. Cuando reunió las suficientes decidió encerrarse en el estudio, y bajo un hechizo las mantuvo presas para evitar su escape.
—Sin duda ustedes deben tener al menos un siglo de antigüedad, se ven muy gastados.
—Eeek... ¡EEEK!
—Y por lo que sé no suelen funcionar de esa forma.
Con cautela y curiosidad abrió la boca de uno, pero éste echó arena marrón y había quedado completamente inmóvil.
—Creo que la eché a perder.
—¿Alzul?
Sombra casi la había tomado por sorpresa, pero pronto se calmó.
—¿Habría alguna forma de hablar con Zabluda? Me gustaría preguntarle sobre esta clase de cosas.
—¿No se supone que estabas viendo a tus amigos?
—Olive se muere de sueño, y Simon está sumamente desesperado por su abuela y se pone de mal humor. Debo encontrar una forma de atrapar a Jinamizi y rápido.
—Podría hablar con Ilusión, aunque no sé si pueda ayudarnos.
—Bien, supongo que mientras dejaré a estos locos aquí hasta saber qué hacer.
Salió y comenzó a andar por el internado, los estudiantes se veían muy decaídos y delicados.
—Debo apresurarme —pensó para sí—, de lo contrario será tarde.
Caminó hasta el rincón donde solía aparecer la habitación fantasma, el cual tardó bastante en hacerse presente, y cuando al fin lo tuvo enfrente entró y empezó a hablar al aire.
—Papá... No sé si puedas oírme, pero realmente me gustaría un consejo.
En un momento no hubo respuesta, hasta que repentinamente una hoja sale disparada y con una sola advertencia.
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Afterlife Academy
FantasiLos guardianes del mundo de los muertos decidieron adoptar a los vivos como sus hijos, pero aquello significaba que verían las almas de aquellos que se niegan a irse al descanso eterno, por lo que muy pocos decidieron aceptar esa curiosa petición: l...