Afterlife Academy

"El juez", la carta del ave de trueno

—Seguro que a Gedank se le va a aparecer otra marca por esto.

Alzul sellaba a un espectro poco simpático nuevamente mientras hablaba con Sombra.

—¿Cómo es que Pensamiento no está al tanto de esto?

—Lo mismo me atrevo a preguntar. Se queja de nosotros y su guerrero está causando estragos aquí.

—Espero que ya no haya problemas, realmente me pone de nervios. ¿Cómo es que Seamus puede soportar su presencia?

—Tengo entendido que sólo le habla a sus hijos. Será mejor que regreses, no vaya a encontrar a tus amigos.

—Tienes razón, por ahora se detuvo. Ojalá fuera buena señal.

—Vale, te cuidas de Gedank.

—Ten cuidado también, puede que lo que dijo Olive se cumpla en algún momento.

Ambos se separaron y la joven regresó al salón donde estaban sus amigos, sin embargo, sólo encontró a Simon confundido y alterado.

—¿Estás bien?

—No, no encuentro a Olive.

—¿Cómo? ¿Qué pasó?

—Desperté de golpe, sudaba frío y mi corazón palpitaba mucho, entonces busqué a Olive y no estaba en ninguna parte.

—Pero los dejé a ambos en el mismo lugar.

—¿No será que Tonatiuh la secuestró? Intentó una posesión con un símbolo.

—¿Cómo era?

—Una franja negra con una roja y una azul a los costados.

—'Marioneta'. Debo ir por ella.

—Iré contigo.

—No, Simon. Debes quedarte, no quiero que te lastimen.

—Pero...

La chica desapareció antes de que pudiera continuar, así que fue a los dormitorios en caso de que también fueran tras él. Mientras, Roxanne estaba por la biblioteca cuando notó a varios estudiantes reunidos cerca de la primera entrada a la dimensión espectro, por lo que se fue a la segunda en el salón donde estuvo peleando con Likht en su momento, una vez dentro buscó a la paruka y le pidió ayuda a varias almas del sitio, no fue hasta que una silueta borrosa señaló algo parecido a un arco.

—Nunca había visto algo así en la dimensión —pensó para sí antes de entrar.

El sitio estaba en completa oscuridad, mientras más se adentraba la luz desaparecía poco a poco hasta que se consumió, llegó a un punto donde quiso regresar pero ya era tarde, estaba sola y por instinto llamó a su guía.

—¿Sombra? ¡Sombra! ¡¿Dónde estás?!

Una llamarada roja iluminó el sitio ligeramente, se puso en guardia pues desconocía si se trataba de algún enemigo o un ataque, siguió su paso cuando una voz retumbante sonó de repente.

—Aamusan Alzul, llegas tarde.

La joven pronto reconoció a Zabluda y Gedank, sin embargo el dueño de la voz no era otro mas que Pensamiento, tenía el aspecto de todo un comandante militar, vestía un traje largo y decorado con plumas de colores marrones, además de tener una cabellera blanca y de igual manera tenía un plumaje que sobresalía.

—Paruka Pensamiento —murmuró y le hizo una reverencia.

—Veo que Sombra y tus abuelos sí te enseñaron modales. Lástima que no estemos aquí para admirar eso.