La brisa fría del bosque me azotó en cuanto salí del coche, trayendo consigo un torrente de recuerdos. Ver el paisaje, los árboles altos y oscuros, el suelo cubierto de hojas secas... todo me devolvía a los días en los que aún no conocía a Theo. Recordé mis primeras transformaciones, cómo corría sin rumbo por estos mismos parajes, escapando de cazadores, lidiando con la confusión de mis poderes. Era un escenario cargado de nostalgia, pero también de cicatrices.
Todos estábamos tensos, pero seguimos avanzando. Al bajar del coche, la vi. Malia estaba allí, esperándonos, su presencia salvaje y firme, igual que la recordaba. En cuanto la vimos, tanto Lydia como yo corrimos a abrazarla. La habíamos extrañado más de lo que las palabras podían expresar, como a un pedazo de nuestras vidas que habíamos dejado atrás. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos.
—Te extrañamos —dijo Lydia, su voz quebrándose un poco por la emoción.
—Yo también os extrañé —contestó con una postura rígida.
—Claro que no —le respondí, con una sonrisa.
—Eso hubiera querido —contestó; ella nunca cambiaba.
Entonces fue el turno de Scott, y ahí la tensión se hizo palpable. Habían sido pareja en el pasado, y aunque las cosas entre ellos terminaron, la incomodidad aún colgaba en el aire. La situación no mejoraba con ella lanzándole a Theo una mirada asesina. Todavía no lo soportaba, y no la culpaba del todo. Su historia con él había estado llena de rivalidad, y aunque mi esposo había cambiado, ella no estaba lista para darle una oportunidad... aún.
—¿Son vuestras? —preguntó Tate de repente, rompiendo el hielo al señalar a las niñas que estaban detrás de nosotros.
—Sí, esa es Hayley, mi hija, y ella es Nat, la hija de Lydia —le respondí con una sonrisa orgullosa.
Ella las observó detenidamente y luego dijo:
—Son igualitas a vosotras.
—¿Y yo qué, estoy pintado? —interrumpió Raeken, ofendido, cruzándose de brazos.
Ella simplemente le gruñó, una respuesta tan propia de ella que no pude evitar sonreír. Juraría que escuché a Hayley soltar una risita baja al fondo.
—¡Bueno! —exclamó Malia, yendo al grano—. Vamos a buscar un árbol en el bosque.
ESTÁS LEYENDO
Doing all for love//Theo Raeken
FanfictionDespués de la muerte de sus padres y convertirse en una trihíbrida Kath decide mudarse a Beacon Hills para una nueva vida,se encontrará a una manda muy misteriosa y se enamorará de alguien no muy bueno. Lo que tampoco se espera es que en está ciuda...