Harry Potter era un niño que vivía con sus tíos y su primo en el número 4 de Privet Drive, este nunca fue querido por esa parte de su familia quienes no desaprovechaban una oportunidad para hacerle sufrir.
Pero... ¿Qué pasaría si un día esos maltrat...
El curso avanzó con tranquilidad después de los acontecimientos que habían vivido nuestro trio favorito, en aquel tiempo Harry pudo recuperarse completamente de la lesión de su brazo y estaba deseoso de poder volver a realizar sus entrenamientos bajo la atenta mirada de Ddraig y de Albión. Era de máxima importancia para ellos poder desbloquear el Balance Breaker cuanto antes, el mundo mágico era muy diferente del mundo sobrenatural que habían vivido en la vida anterior de su portador y desconocían que clase de peligros les esperaban, pero lo que era seguro era la voluntad ardiente de Harry de querer proteger a las chicas importantes para él.
- Uff... - dijo Harry una mañana después de entrenar. - Esto es más duro de como lo fue cuando era un demonio y cuando Gran Rojo y Ophis me hicieron un cuerpo nuevo... No entiendo como Cao Cao y sus equipo pudieron hacerse tan fuertes tan rápidamente siendo humanos normales y corrientes.
Tener el alma y la fuerza de sus antepasados corriendo por sus venas les supuso una gran ayuda para poder mejorar y fortalecer sus poderes, Socio. Ya sabes de las hazañas que hicieron los antiguos Hercules, Jeanne D'Arc, Sigfried, entre otros. Esa fuerza queda escondida y durmiente en la sangre de todos los descendientes y gente conectada por la sangre con esas personas.
Ddraig tiene razón, Compañero. Esa fuerza y voluntad tan grandes puede quedar dormida durante generaciones o disminuida hasta solo quedar como una sombra, hasta que al final una chispa hace que prenda la llama que la hace despertar de nuevo. Incluso con eso tú también tienes esa fuerza corriendo por tus venas transmitida por tus padres de esta vida, Lily y James Potter.
- Tenéis razón, Albión, Ddraig. - dijo Harry sonriendo y limpiándose el sudor de la cara y del torso. - Estoy orgulloso de mis padres, de su fuerza y voluntad al estar dispuestos al dar su vida para que yo pudiera vivir. A diferencia de... - Entonces en la mente de Harry aparecieron 2 personas que una vez había querido con todo su corazón, pero ese amor se transformó en un gran desprecio y odio.
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- Malditos... - dijo Harry apretando los puños mientras negaba con su cabeza intentando borrar aquel recuerdo de su mente. - Espero que lo que sufrí al morir os volviese multiplicado por diez mil.
Cuidado, Socio. - dijo Ddraig preocupado. - Deberías dejar de pensar en aquellos monstruos de una vez y para siempre. Nosotros estamos en este universo, ellos en el suyo, aquí no pueden hacerte nada. Ni aquellas zorras ni ellos.
