- Hablando
- Pensamiento
- Charla interna
- Hechizos
Esta historia es un Fanfic sin ánimo de lucro, los personajes, escenarios y demás corresponden a sus legítimos propietarios
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Todo el mundo sabe sobre Harry Potter, el niño que sobrevivió, el hijo de los 2 magos James Potter y Lily Evans, aquel que fue el único que sobrevivió a la maldición asesina y quien pudo derrotar al Señor Oscuro, Lord Voldemort.
Harry Potter era un niño de 10 años con el pelo de color negro, los ojos eran de color verde, con gafas, ropa raída y rota por varios lugares, bajo para su edad y si alguien viese debajo de su camisa verían que el chico estaba bastante desnutrido.
Harry había vivido toda su infancia en casa de sus tíos Vernon y Petunia Dursley, quienes no eran la mejor compañía ni familia, esos 2 eran personas que siempre mostraron odio hacia su sobrino y quienes no pasaban una oportunidad para humillarlo, insultarlo, menospreciarlo y golpearlo hasta que llegó el día en el que la situación se salió de control y las cosas cambiaron para Harry Potter.
Era el cumpleaños del único hijo de la pareja, Dudley Dursley, un niño rechoncho, mimado y bastante estúpido quien siempre exigía que se hiciese lo que él quisiera y peor aún era que sus padres no hacían nada para controlarle o reprenderle por su mala actitud más bien le felicitaban y le alentaban para que continuase con esa mala forma de ser.
Era un día cualquiera en el que los Dursley no pudieron dejar al joven Harry con nadie para que le cuidase o en la opinión de los Dursley que le mantuviesen lejos de ellos y así evitar que el día especial de su hijo se viese empañado por la presencia de ese niño molesto a los ojos de esos horribles adultos. Al final no tuvieron más remedio que llevar a Harry al zoológico de la ciudad con ellos.
- El día no está nada mal, es posible que sea el mejor día de toda mi vida. - pensaba Harry para sus adentros mientras recordaba como había marchado el día hasta ese momento. - He podido visitar el zoo, por primera vez en mi vida he podido comer un helado (en realidad Vernon no tuvo más remedio que comprárselo al ver como la chica del puesto de helados insistía y que había un policía cerca de él) espero que este día no termine nunca...
Ya era la tarde de aquel día cuando Dudley dijo que quería visitar la sala de los Ofidios (serpientes), pero aquella sala para el niño mimado resultaba ser la más aburrida de todas, las serpientes no eran los animales más impresionantes para el chico si lo comparamos con elefantes, leones o tigres quienes por su tamaño y sus patrones alimentarios ya impresionaban, pero lo que más hacia enfurecer al crio era que esos animales estaban dormidos.
- ¡Haz que se mueva! - dijo Dudley a su padre harto de ver que ninguna de las serpientes se movía.
- Muévete. - dijo Vernon golpeando el cristal levemente y desganado.
- ¡MUEVETE! - dijo Dudley golpeando con fuerza el cristal y sin que nadie lo supiese provocando unos pequeños daños en el mismo.
- ¡Está dormida! - dijo Harry. - Idiota. Los Durley se marcharon mientras que Harry se quedó viendo un poco más a aquella serpiente. - Discúlpale, pero el gordo imbécil no entiende lo que es estar ahí tirada todo el día, viendo como la gente paga sus feas caras en el cristal. - Para la sorpresa de Harry la serpiente se movió e hizo un movimiento de asentir con la cabeza. - Me entiendes... - La serpiente afirmó con la cabeza para después ver como brevemente los ojos de Harry se volvían completamente verdes, después azules y finalmente su forma normal.
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El Mago Rojo y Blanco
FanficHarry Potter era un niño que vivía con sus tíos y su primo en el número 4 de Privet Drive, este nunca fue querido por esa parte de su familia quienes no desaprovechaban una oportunidad para hacerle sufrir. Pero... ¿Qué pasaría si un día esos maltrat...