Harry Potter era un niño que vivía con sus tíos y su primo en el número 4 de Privet Drive, este nunca fue querido por esa parte de su familia quienes no desaprovechaban una oportunidad para hacerle sufrir.
Pero... ¿Qué pasaría si un día esos maltrat...
Las fiestas en la mansión Potter continuaron con paz y alegría a excepción de que los Lores de las casas McMillan y Smith enviaron cada uno una gran cantidad de mensajes por lechuza en los que imploraban el perdón de Lord Potter por la enorme estupidez que habían provocado sus hijos al igual que imploraban al niño que sobrevivió, sus parejas y al resto de los miembros de la Gran Alianza que reconsiderasen su decisión de haberlos expulsado.
Harry pensó bastante tiempo en las súplicas de los Lores de ambas casas, al principio Harry no deseaba llegar hasta el extremo de votar la expulsión de 2 de las familias de brujas y magos que habían constituido la Gran Alianza. Sin embargo, no podía permitirse tener a voces discordantes en el momento en que el mismo necesitase atacar a Fudge y provocar no solo la caída del corrupto Ministro de Magia británico, también necesitaba tener las suficientes voces para poder iniciar una moción de censura contra el mismo con la intención de instalar como sustituta a Amelia Bones.
Harry envió cartas a Hannah, Rolf y Neville en las que el chico que sobrevivió les explicaba sobre las súplicas de los Lores a la vez que deseaba escuchar su opinión sobre si deberían darles la opción de poder volver. Al final, los 3 amigos de Harry le enviaron las respuestas de que sería posible de que ambas familias volvieran, pero con la condición de que tanto Ernie como Smith fuesen desheredados a la vez de que los nuevos herederos demostrasen que podían ser de confianza para la Gran Alianza.
Pero contando con eso, Harry al fin pudo disfrutar de unas Navidades como es debido después de su muerte como Hyodou Issei en su vida anterior, ahora no miraba las decoraciones de la casa con seriedad o intentando apartar la mirada lo máximo posible provocando que el mismo sintiese que aquello era un día normal como cualquier otro. Ahora miraba las decoraciones navideñas de la mansión Potter con una sonrisa de oreja a oreja y más viendo como sus amigos, parejas y sus padres sonreían ante aquella estampa de felicidad. Incluso se divertía en las peleas con bolas de nieve que tenían en el jardín de la mansión, aunque, siendo sinceros nadie quería encontrarse en el equipo contrario en el que estuviese Tiamat ya que la misma era muy competitiva y atacaba con una gran precisión a sus contrincantes.
- Veamos... - dijo Harry un día en una de las habitaciones que había sido reformada en un enorme baño, en el mismo había una enorme bañera con baldosas de mármol, con dragones de oro por el que salía agua caliente de sus bocas y del techo una enorme lámpara de cristal que iluminaba toda la estancia. - Espero que Cedric tenga razón con esta cosa y pueda adivinar cual es la pista. - dijo Harry observando el objeto que había conseguido de la primera prueba del Torneo.
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