El Mago Rojo y Blanco

Capítulo 38

- Hablando

- Pensamiento

- Charla interna

- Hechizos

Esta historia es un Fanfic sin ánimo de lucro, los personajes, escenarios y demás corresponden a sus legítimos propietarios

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Habían pasado 3 horas desde el amanecer cuando Harry decidió ir a visitar al único merodeador que quedaba en Hogwarts, Remus Lupin. Por una parte, Harry necesitaba ver al hombre para ver que estaba bien después de los golpes y de la magia que Hermione había hecho dejándole atado durante toda la noche y por otra para pedirle también disculpas por no haber impedido la huida de Colagusano.

Harry entró en la clase de DADA para después escuchar ruidos provenientes del despacho del profesor, Harry caminó hasta la entrada del despacho para ver con sorpresa como Lupin estaba haciendo el equipaje al igual que estaba quemando algunos papeles que tenía sobre la mesa.

- Buenos días, Harry. - dijo Lupin mirando al chico, cuando Lupin se dio la vuelta Harry pudo observar que el hombre todavía tenía algún que otro moratón en la cara y en los brazos. - Te he visto venir con el mapa... Supongo que puedo adivinar la razón por la que has venido a verme, Colagusano. - entonces Lupin se dio la vuelta y miró a los ojos del chico quien bajó la mirada por la vergüenza de haberles fallado. - Escúchame bien, Harry. No tienes que cargar con ninguna culpa, hiciste lo correcto al evitar que Canuto y yo acabásemos con su vida, además de que fue una buena idea traerle aquí para conseguir la liberación de Sirius. Lo que ocurre es que a veces las cosas no sales tal y como nos gustaría, créeme, lo sé.

- Profesor Lupin. - dijo Harry asintiendo. - No pienso rendirme, profesor. Conseguiré que Sirius sea libre, no permitiré que Colagusano se esconda eternamente, la próxima vez que le vea, le prometo que me aseguraré de que no escape. Incluso si para ello debo romperle todos los huesos de los brazos y de las piernas, no volverá a engañarme.

- Harry... - dijo Lupin sonriendo. - Quiero que sepas que ni Sirius, ni Amelia, ni yo nos vamos a rendir tampoco, una vez que el curso finalice iré a buscar a Colagusano donde quiera que esté. Tal vez tarde años, pero al igual que tú, ayudaré al único amigo de los merodeadores que me queda para que sea libre. - dijo Lupin para después sonreír tristemente. - Por suerte o por desgracia, vuelvo a estar sin trabajo.

- ¡¿Te han despedido, Lupin?! - dijo Harry sorprendido y entendiendo lo de las maletas. - ¿Por qué? ¿Es debido a tu problema? - dijo Harry recordando a la bestia en la que se había convertido Lupin el día anterior.

- La respuesta resumida sería un sí. - dijo Lupin. - La larga por otra parte sería que Snape, al no haber podido conseguir su ansiada Orden de Merlín por la fuga de nuestro amigo en común, se le escapó entre gritos a nuestro "querido" Ministro de Magia que había estado preparando durante meses la poción matalobos para mí y así suprimir mi lado animal en las noches de luna llena, pudiendo yo estar al mando. 

- Maldito Snape... - dijo Harry apretando los puños.

- Tranquilo, Harry. - dijo Lupin sonriendo. - Incluso yo estoy de acuerdo de cierta forma, no soy precisamente un lobo doméstico. - Harry sonrió por la broma. - Además, de que dentro de poco llegarán centenares de cartas pidiendo mi dimisión al igual que dirán que soy demasiado peligroso como para enseñar a sus hijos. 

- ¿Y Dumbledore? - dijo Harry pensando en formas para ayudar al hombre. - Seguro que puede hacer algo para impedir que te vayas, Lupin.

- Dumbledore ya se arriesgó muchísimo al permitirme venir aquí este año para poder enseñarte y protegerte, Harry. - dijo Lupin mientras se ponía su chaqueta. - Pero puedo decirte que he conseguido que me permitan quedarme hasta el final de curso, por lo que debo decirte unas cosas: estoy orgulloso de todo lo que has aprendido este año, que te voy a devolver el mapa del merodeador, "Travesura realizada". - dijo Lupin con el mapa enrollándose y entregando el mapa a Harry. - Y finalmente, como todavía soy la cabeza de la casa Sekiryuukou espero que tu equipo de el 100% y que ganéis la Copa. - dijo Lupin sonriendo. - Me voy adelantando, espero que cuando te vea jugar se te haya ido esa cara de seriedad. ¿De acuerdo, Harry?