Capítulo 31

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- Hablando

- Pensamiento

- Charla interna

- Hechizos

Esta historia es un Fanfic sin ánimo de lucro, los personajes, escenarios y demás corresponden a sus legítimos propietarios

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- ¡MALDITA SEA! - dijo Fudge mirando la gran cantidad de cartas que le llegaban y la mayoría eran procedentes de padres cuyos hijos estaban estudiando en Hogwarts. Después cogió su varita y las empezó a arrojar de un lado a otro del despacho. - ¡LARGO DE AQUÍ! ¡FUERA, TODOS!

Toda la gente que estaba en el despacho de Fudge incluyendo a una mujer bajita, vestida de color rosa chillón y cuya voz y aspecto recordaba a un sapo. Esta era Dolores Jane Umbridge, la Subsecretaria del Ministro y una de las personas más horribles dentro del mundo mágico británico ya que por fuera parecía ser una mujer buena y amable, pero por dentro era un monstruo. 

- Tranquilo, Cornelius. - dijo Umbridge tocando la mano del ministro. - Sabes que no puedes dejar que el mal genio te domine, eres el primer ministro de Magia. Debes dar una imagen de serenidad y tranquilidad ante todos. - entonces Umbridge comenzó a masajaer los hombros de Fudge. - ¿Sabes una cosa? Si estás tan estresado... Estoy segura que podemos hacer algo para, digamos, aliviar tensiones, al igual que aquella vez hace unos meses... - dijo Umbridge dando un breve soplido al oído y cuello de Fudge. (Nota de autor: No me puedo creer que haya escrito eso, me dan escalofríos tan solo de imaginarlo, XD)

Fudge miró a Umbridge unos instantes para después pasar la mano por su mejilla, pero justo cuando Umbridge pensaba que pasaría un buen rato con el ministro, esta sintió dolor en su mejilla. Un dolor tan grande que fue producido por un golpe dado por Fudge que la mandó directa al suelo y casi al otro lado del despacho. 

- ¡¿Cornelius?! - dijo Umbridge sorprendida. - ¡¿Por qué me has pegado?!

- ¡¿ACASO ESTÁS LOCA, PEDAZO DE IDIOTA?! - dijo Fudge sacando la varita y apuntando a la mujer. - ¡¿TIENES LA MÁS REMOTA IDEA DE LO QUE HABRÍA PASADO SI LLEGASE A ENTRAR MI ESPOSA AHORA MISMO?! ¡LARGO DE AQUÍ!

- Cornelius...

- ¡HE DICHO LARGO!

Umbridge se marchó a toda prisa, no sin antes avisar de que estaría lista para Fudge siempre que él lo quisiera. Cuando esta se marchó, Fudge se puso a pensar en los acontecimientos que habían estado pasando desde hace ya 3 años, en primer lugar, era el sorpresivo corte de fondos por parte del banco de magos, Gringotts, ya que desde hacía un tiempo que no recibía su habitual llegada de oro por parte del goblin que había sobornado con una varita. Eso es, amigas y amigos, Cornelius Fudge era el ladrón de las cuentas pertenecientes a los Potter.

Cuando Sirius Black fue juzgado y condenado por un crimen que no había cometido, este aprovechó su puesto como ayudante de su antecesora Millicent Bagnold para falsificar un cambio de guardián mágico para que fuese identificado él como guardián de Harry Potter en lugar de serlo Sirius Black o en su caso Amelia Bones. Fudge comenzó a extraer oro y otras joyas de la cámara de los Potter para enriquecerse a sí mismo además de comprar los votos necesarios para llegado el momento ser Ministro de Magia. También lo hizo en cierta forma para vengarse tanto de Black como de Bones, Fudge había deseado con una increíble lujuria a la madrina de Harry Potter y cuando esta rechazó sus avances y proposiciones de ser su amante este se aseguró de que las posibles pruebas que hubieran exonerado a Sirius fuesen destruidas para que este pasase el resto de su vida en Azkaban y así privar a Amelia del amor de su vida. 

El Mago Rojo y BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora