Capítulo 35

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- Hablando

- Pensamiento

- Charla interna

- Hechizos

Esta historia es un Fanfic sin ánimo de lucro, los personajes, escenarios y demás corresponden a sus legítimos propietarios

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- ¡Bienvenidos a todos al partido de Quidditch de este día donde se enfrentarán las casas de Ravenclaw y de Sekiryuukou! - dijo un chico llamado Lee Jordan quien era el comentarista de todos los partidos de Quidditch de Hogwarts. - Les recuerdo que el equipo de Ravenclaw ha ganado uno de sus partidos y ha perdido otro al igual que el equipo de Sekiryuukou ha tenido una victoria y un empate. ¡Por lo que ambos equipos todavía tienen posibilidades de hacerse con la Copa de Quidditch!

- Muchas gracias, Jordan. - dijo Luna quejándose a la vez que se encontraba abrazada a Harry para calmar sus nervios. - Ni que necesitáramos que nos dieran más presión que la que ya tenemos.

- Tranquila, Luna de mi vida. - dijo Harry besando a su novia a la vez que esta se sonrojaba por como la llamó. - Los nervios no nos van a ayudar, es cierto, lo que si lo hará es que permanezcamos concentrados en el juego y que poco a poco vayamos ganando puntos y así poder ganar. ¿De acuerdo? 

- ¡Claro que sí! - dijo Luna más contenta volviendo a besar a Harry. - ¡¿Habéis oído, dragones?! ¡Vamos a ganar este partido y después ganaremos la Copa! 

- ¡VAMOS A GANAR! - dijeron todos los miembros del equipo de Sekiryuukou gritando a la vez que alzaban sus puños. 

La verdad es que las novias de Harry al igual que su amigo Mark habían estado con los ánimos bastante decaídos los últimos días, el enterarse de que Buckbeak iba a ser ejecutado los había afectado a todos. Todos los amigos de Hagrid intentaron animarle al igual que varios de ellos intentaron poner algún recurso contra la sentencia el Ministerio contra la pena de muerte del hipogrifo, aunque a decir verdad no había servido de mucho. Tan solo habían conseguido retrasar la sentencia un tiempo, pero no pudieron evitar las consecuencias más graves.

- ¿Preparado para perder, Potter? - dijo Padma Patil quien se había unido al equipo de Quidditch de Ravenclaw como una de las cazadoras. - Mi hermana y yo todavía te debemos una por como os comportáis tu grupo y tú en la clase de la profesora Trelawney.

- Sin querer ofenderte, Padma. Pero las clases de Adivinación son muy aburridas y además, me parecen una absoluta pérdida de tiempo. - dijo Harry provocando que la chica bajase las cejas con enfado. - No lo digo por meterme en tus creencias, pero yo creo que el futuro no está escrito, el futuro se puede cambiar por las decisiones que hagamos día a día.

- ¿Y si te dijeran que tu futuro está plagado de oscuridad y sufrimiento a no ser que encuentres a aquel capaz de cambiarlo? - dijo Padma recordando lo que le había dicho aquella adivina a ella y a su hermana hacia ya tantos años. - ¿Y si a pesar de que has buscado a tu salvador durante años este no ha aparecido? ¡¿Qué harías tú, Potter?!

- Para empezar, no me rendiría, Padma. - dijo Harry provocando que la chica se quedase mirando los ojos color de jade del chico que sobrevivió. - E incluso si no pudiera encontrar a la persona que me pudiera salvar, intentaría salvarme a mí mismo con mis propias fuerzas. Además, no creo que seas de la clase de persona que se dejaría engañar y vencer por algo tan poco serio como lo es una predicción.

Padma se quedó sorprendida ante las palabras de Harry, ella sabía a lo que se enfrentarían su hermana Parvati y ella en unos años y ninguna de sus personas más cercanas les había dicho que podrían cambiar ese destino. Pero ahí estaba Harry Potter, el chico al que ambas habían comenzado a despreciar por sus comentarios hacia su clase y profesora favoritas, la persona a la que no volvieron a dirigir la palabra el resto del curso, él la dijo que podía ganar a su fatal destino que las esperaba. Eso provocó que Padma sintiera que su corazón latía con fuerza al igual que un ligero rubor comenzaba a aparecer en sus mejillas.

El Mago Rojo y BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora