Capítulo 10

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- Hablando

- Pensamiento

- Charla interna

- Hechizos

Esta historia es un Fanfic sin ánimo de lucro, los personajes, escenarios y demás corresponden a sus legítimos propietarios

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- ¡Bienvenidas una vez más, Hermione, Delphi! - dijo Harry en la entrada del castillo y recibiendo a sus amigas con una sonrisa.

- ¡Hola, Harry! - dijo Hermione quien fue rápidamente a abrazar al chico. - Espero que te haya gustado mi regalo de Navidad.

- Me ha encantado el libro, Hermione. No sé cómo se te ocurrió comprármelo, pero ha sido uno de mis favoritos y espero que haya más. Y dime, ¿Te gustó mi regalo para tí?

- Sí, muchas gracias, Harry. - dijo Hermione sacando un colgante de oro formando un pequeño libro y con el nombre de la chica escrito en el mismo. - Nunca me habían comprado un regalo así, es lo más bonito que alguien me haya regalado en toda mi vida. Lo conservaré siempre. 

- ¿A ti también te ha regalado una joya? - dijo Delphi mostrando una pulsera también de oro decorado con tejones y con el nombre de la chica. - Me has sorprendido Harry, no me esperaba que fueses a comprarnos una joya a cada una.

- ¿Qué puedo decir? - dijo Harry. - Estuve pensando en qué podía regalaros y pensando en vosotras encargué esas joyas a un joyero gracias a un amigo. 

En realidad Harry contrató los servicios de un joyero de los goblins gracias a la buena relación que tenía con Ragnok, el director del banco consideraba a Harry alguien digno de confianza y después de recibir el cuerpo muerto del trol como regalo estaba deseoso devolverle el regalo a Harry. Al escuchar el joyero lo que quería el chico, este se sorprendió de que fuera un encargo tan simple como ese, pero al describir a las chicas que recibirían el regalo, Ragnok decidió hacerse cargo de los gastos de la confección de las joyas y así poder mantener una buena relación a futuro con el chico.

Los meses pasaron con los alumnos volviendo a su rutina de ir a clases, hacer sus tareas y prepararse para los exámenes de fin de curso, pero nuestro trio de protagonistas todavía estaba buscando pistas sobre el tal Flamel. La búsqueda de pistas en la sección prohibida había sido inútil por no decir algo peor, Harry había contado a las chicas sobre su pequeña aventura al igual que les había hablado sobre aquel espejo y lo que había visto. Al escuchar lo que provocaba aquel espejo, ambas estaban de acuerdo de que aquel objeto era muy peligroso y esperaban que nunca tuviesen que cruzarse con eso en toda su vida.

- Caballo a E-5. - dijo Harry una tarde jugando contra Delphi en una partida de ajedrez. - ¿Qué te parece esta jugada, Delphi?

- ¿Acaso intentas atraer a mi reina a una trampa, Harry? - dijo Delphi con una sonrisa y viendo como el chico había dejado colocadas sus piezas. - Has dejado expuestas a varias de tus piezas, si no te conociera diría que eres un manta al ajedrez.

- Digamos que he tenido una buena maestra en el ajedrez, Delphi. - dijo Harry recordando las poquísimas veces que se había enfrentado a Sona en una partida y como la misma le había ganado siempre utilizando diversas estrategias. - La misma era una auténtica experta y creo recordar que nadie la había ganado nunca.

- ¿Era tu novia, Harry? - dijo Hermione dejando un poco de lado el libro que estaba leyendo y con un tono de celos en su voz. - Porque por cómo hablas de ella parecería que era tu novia.

El Mago Rojo y BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora