07 | Tyler

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Megan se despertó confundida, al llevarse las manos a la cara pudo ver que tenía las muñecas atadas con bridas blancas, miró a su alrededor desconcertada. Un par de segundos después Hayley se movió al lado de Megan, y como un vendaval de aire frío los flashbacks empezaron a llenar la mente de la loba.

La menor le hizo un gesto a su hermana para que se mantuviera en silencio, y se incorporó un poco para intentar ver quien conducía la camioneta donde estaban metidas, pero lo único que logró ver fue la nuca de un chico pelinegro.

Hayley miró a su hermana, tras un asentimiento de ésta ambas lobas dieron una patada a la puerta del maletero, rompiendo la ventana de cristal en el acto. El coche se desequilibró un momento para después parar en seco, cosa que alarmó a las hermanas.

Megan escuchó como el chico bajaba de la camioneta y caminaba hacia el maletero por lo que intentó ponerse delante de Hayley para protegerla. El chico metió la mano por el cristal roto y lo acabo de romper, luego abrió el maletero. Megan inmediatamente le soltó una patada, Hayley hizo lo mismo.

— ¡¿En serio?! —les preguntó Tyler Lockwood a las chicas.

Ambas lobas se quedaron petrificadas al ver a su amigo. Megan pronto frunció el ceño ¿él las había secuestrado?

— ¿Tyler? —preguntó Hayley.

— No os esforcéis por pelear conmigo, sabéis que no podéis con un híbrido.

Megan intentó darle una patada en la mandíbula pero Tyler le cogió el pie y tiró de él hasta tirar a la loba de la camioneta. El híbrido puso a la loba boca abajo presionándole la cara contra la tierra y las pequeñas piedritas.

— Estoy siendo considerado Meg, no tientes a la suerte.

El chico Lockwood soltó la cabeza de la loba con fuerza, haciendo que con la fricción de las piedras Megan se hiciera una herida en el pómulo. Mientras tanto Hayley se dedicaba a gritarle a Tyler una cantidad de insultos inimaginables.

— ¡Callate! —le gritó el híbrido a la embarazada.— O te callas, Hayley, o Megan pagará las consecuencias.

Megan intentó darle una patada a Tyler desde el suelo, aprovechando que estaba de espaldas pero lo único que consiguió es que el híbrido le devolviera el golpe y la dejara inconsciente.

. . .

Megan miró a su alrededor con el ceño fruncido pero no dijo nada.

— ¿Dónde estamos? —preguntó Hayley.

— En el culo de Luisiana. —respondió Tyler.

La loba menor puso mala cara mientras notaba el sabor metálico de la sangre en su boca. Megan se puso alerta cuando vio al híbrido sacar un cuchillo.

— ¿Qué vas a hacer con eso? —hablo Hayley.

— Depende de ti. —el chico se acercó a cortarle las bridas de las manos y los pies a Hayley.

— Eh, fuiste tú quien nos atacó a nosotras.

— Nos abordaste en nuestro propio jardín. —añadió Megan.— Ven y desátame a mi también, chucho.

Tyler ignoro lo ultimo.

— Ese no es vuestro jardín, es el de Klaus...

— Lo mismo es.

— . . .estáis viviendo en una mansión con ese psicópata. ¿Dónde están las chicas que ayudaban a otros hombres lobos en los Alpes?

— Tyler, lo siento. Han pasado muchas cosas desde la última vez que te vimos. —dijo la loba embarazada.

CURSED BLOOD | KLAUS MIKAELSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora