36 | wolves plan

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Megan entró a la habitación de Klaus con cara de pocos amigos. Ahí ya se encontraban Elijah y Hayley, quien sonrió al ver a su hermanita.

— ¿Para que me has llamado? Estoy en mi luna de miel, ¿recuerdas?

— Tu luna de miel me importa lo más mínimo, Megan. —aseguró.— Es hora de usar nuestro ejército de hombres lobo.

— Deja de llamarlos ejército y lo consideraré. —se cruzó de brazos.

El híbrido bufo.

— De acuerdo, a la manada. —rodó los ojos.— Finn y esa mujer que se hace llamar mi hermana están en la ciudad. Los lobos pueden ayudarnos a localizarlos.

— No. Los necesito para proteger a Hope. —contradijo la madre.— Puedes obligar a humanos a rastrear a tus enemigos, Klaus.

— Nuestra peor amenaza está cerca, y los que los encontraran más rápido serán los lobos. —argumento.— Tengo la razón.

— Egocéntrico. —se quejó la menor.

— Porque sé que tengo la razón, bonita.

— El cuerpo de Finn desapareció de la morgue. —hablo Elijah por primera vez.— O sea que o bien, tiene poder suficiente para salvarse de esa explosión, o Freya tiene el poder suficiente para salvarle. En cualquiera de los casos no los encontraremos si no mandamos a nuestros mejores hombres.

Klaus miró a Megan.

— Estoy seguro de que tu maridito y sus lobitos lo encontrarán en seguida.

Las mellizas se miraron.

Elijah tiene razón. —hablaron a la vez.— Necesitamos a la manada.

Klaus frunció el ceño al ver que todo el mérito se lo llevaba su hermano.

. . .

Megan se tiró en la cama de Hayley con fastidio y muchos papeles en la mano. Hayley la miró con el ceño fruncido.

— ¿Y eso? —señaló los papeles que sostenía.

— Son ofertas de pisos cerca de aquí. —respondió aun estirada.— Quería verlos con mi reciente marido pero se ha ido con los lobos.

— ¿No se iban por la tarde?

— Klaus. —fue su única respuesta.

Megan se levantó de la cama y comenzó a andar.

— Hay algo más, ¿verdad? —obvio Hayley.

La menor asintió.

— El sexo con Mattia es maravilloso, en serio, no me quejo. —Hayley puso una mueca de asco.— Lo hemos practicado mucho a raíz de la boda, pero ese es el problema. Siento que eso nos ha unido más, pero apenas hemos hablado. Tuvimos una cita el otro día pero se fue a los 20 minutos porque hubo un problema con la manada. Siento que me oculta algo, y no me gusta esa sensación. —bufó.— Llevamos una semana casados, Haly, y ya me siento así. No sé cómo conseguiré sobrevivir toda la vida. —murmuró.— Quiero hablarlo con él, pero apenas pasamos tiempo juntos. —señaló los papeles.— Llevo tres días intentando enseñarle pisos, pero siempre nos interrumpen o tiene algo que hacer.

Hope comenzó a llorar, sin mediar palabra Megan fue a cogerla y comenzó a mecerse para calmarla. Hayley dejó de doblar la ropa de Hope y se acercó a su hermana.

— La situación mejorará, te lo aseguro. —prometió.

— ¿Cómo lo sabes? —preguntó con un mohín.

CURSED BLOOD | KLAUS MIKAELSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora