77 | truth

253 29 10
                                    



Hayden sabía que su madre en su juventud adoraba hacer fotos, y había cientos de pruebas de ello. Megan le había hecho infinitas fotos a ella, a su hermano y a Hope mientras crecían.

Sin embargo, las que Hayden más amaba ver, con diferencia, eran las que se hicieron bastante antes de que ella naciera.

La loba sostuvo una de las fotos que su madre conservaba sobre su tocador, deleitándose del sentimiento de familiaridad que se instalaba en su pecho.

Las hermanas Marshall estaban frente a un espejo. Megan tomaba la foto mientras Hayley pasaba un brazo por los hombros de Megan y dejaba un beso en la mejilla de la menor. La fotografía se hizo cuando su tía estaba embarazada de Hope, ya que su barriga la delataba.

Dejando la nostalgia a un lado, la pelinegra devolvió la foto a su lugar y salió de la habitación. Hayden pico a la puerta de la habitación de Hope antes de entrar.

— Henrik me ha dicho que querías hablar conmigo. —se cruzó de brazos.

Hope se quitó los cascos mientras se incorporaba en la cama.

— Quería disculparme por lo que dije ayer. No debí...

— No te preocupes, está olvidado. —la corto, queriendo irse.

— Hayden. —suspiro la trihibrida levantándose de la cama.— De verdad. Lo siento muchísimo, Dina. No pienso nada de lo que dije, y lamento muchísimo haberte envuelto en el problema que creé. No quiero que las cosas estén mal entre nosotras, sobre todo teniendo en cuenta la situación. Recuerda lo que dicen nuestros tíos; la familia es por y para siempre.

Hayden no respondió. El silencio se extendió durante un par de minutos.

— ¿Qué nos pasó? Solíamos ser tan unidas...

Un golpe en la puerta hizo que las primas detuvieran la conversación.

— Está aquí. Klaus está aquí. —anunció Henrik en un susurro.

No se necesitó más para que Hope saliese corriendo de su habitación escaleras abajo, con los otros dos siguiéndola.

Hayden sabía en qué sitio exacto de la casa se encontraba Klaus, porque los susurros en su cabeza se hacían más fuertes cada vez que se acercaba más. Supo que a Hope le pasaba lo mismo cuando no dudo a qué sitio de la casa ir.

Los tres pararon en seco al llegar donde estaba Freya, pero esta estaba sola.

— ¿Papa? —preguntó Hope.

Henrik miró a su alrededor, buscándolo. Por otro lado, Hayden vio la mirada de pena que Freya les dedicaba a los dos hijos de Klaus.

. . .

Henrik entró con rapidez a la habitación de su hermana, quien dibujaba plácidamente sobre la cama.

— ¡Código rojo! ¡Código rojo! —murmuró el niño.— ¡Dina! ¡Código rojo! ¡Hazme caso!

Hayden lo miro con poco interés.

— ¿Qué pasa, Henrik?

— Veras, estaba andando por el complejo buscando algo para entretenerme. Estaba jugando a la consola aprovechando que mamá no está, porque cuando vuelva volverá a poner en regla mi castigo por lo de...

— Ve al grano. —la pelinegra suspiro.

— Pensé en ir a hacer magia con la tía Freya, pero no está. Supongo que ha salido con Vincent. Así que cogí un grimorio y volví a dar vueltas por el complejo...

CURSED BLOOD | KLAUS MIKAELSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora