Mattia y Megan estaban estirados en la hierba del Pantano. Ella tenía la cabeza apoyada en su pecho, escuchando sus latidos acompasados, mientras que él tenía la mano en su cintura y hacía trazos con el dedo índice en ella.
— ¿Nunca os habéis enfadado? —preguntó Mattia, confuso.
— Sí pero no. —Megan suspiró.— Una parte de mi siempre ha estado profundamente agradecida con Hayley por no dejarme sola , y eso hacia que no pudiera enfadarme con ella. Esa parte siempre hace que piense que todo lo que ha hecho por mí durante años compensa lo malo.
— Tu también has estado para ella.
— Lo sé.
— Esa parte de ti ha cambiado, ¿verdad? —adivinó.
— Ahora es diferente. . . Soy diferente.
— Puedes hablar sobre ello conmigo. —hablo acariciándole el pelo.— Puedes hablar conmigo sobre todo.
— Por eso me encanta pasar tiempo contigo. —reveló dejando al pelinegro un ápice vulnerable de ella.— Es diferente como me siento contigo que con el resto de la gente. Me aportas paz.
— Me alegra saber que te gusta estar conmigo. —acaricio su mano con el pulgar.— Porque yo me siento exactamente igual.
Megan le sonrió, admirando sus ojos grises que, para la castaña, eran hipnotizantes.
Los lobos que vivían en el Pantano, junto a Mattia, habían ido a dar una vuelta para dar un poco de intimidad a la pareja. Claro que no les habían dicho eso, simplemente habían murmurado que querían caminar un rato.
— Retomando el tema, háblame sobre lo de antes . . . si quieres —se apresuró a añadir lo ultimo.
— Ahora que soy una hibrida algo en mi ha cambiado. —murmuró con el ceño fruncido, ordenando sus pensamientos antes de proseguir.— No me importa matar a gente culpable, ni alimentarme de brujas hasta desangrarlas, tampoco el hecho de haber matado a ocho lobos, ocho que eran como yo. . . ¿Eso en qué persona me convierte?
— En una que hace justicia. —le aseguró el.— La gente mala merece morir, las brujas mataron a tu sobrina, y los lobos traicionaron a su manada por conveniencia. Todos ellos merecían morir. —le acarició la mejilla.
Megan juro que podría besarle en ese momento, y el se moría por hacerlo. Pero ninguno dio el paso.
Cerca de ellos se encontraban Hayley y Klaus, junto a lo que quedaba de manada. Los híbridos estaban ahí para que Hayley tomara su puesto como alfa.
— ¿Qué queréis? —les preguntó Oliver, quien había vuelto a la manada tras que Megan le quitará el anillo de luna.
— Cuidado con esa lengua, sería un placer arrancártela. —le advirtió Klaus.
— No hemos venido a discutir, Oliver. —aclaro Hayley.— Nuestra manada ha sido dividida por la gente que quiere esclavizarnos. Lo que necesitamos, ahora, es un líder. Alguien que nos reúna y nos haga fuertes de nuevo. Alguien que luche por nuestra manada. —dijo mirándolos a todos.— Si me dejáis, puedo ser esa persona.
— Ya tenemos un alfa en la manada, Hayley. —hablo Oliver.
— Nos cuidó cuando nadie lo hacía, trajo comida, ropa, y nos protegió. —dijo otro de los lobos.
— ¿A si? ¿Quién? —preguntó con superioridad Klaus al no ver a nadie al frente.
— Rara, amable, fan de Harry Potter, peligrosa cuando se enfada, híbrida, castaña. . . —comenzó a enumerar Oliver.
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CURSED BLOOD | KLAUS MIKAELSON
Fanfiction𝐂𝐁| ❛we are the Mikaelson family, the family with cursed blood❜ La vida de Megan Marshall siempre fue complicada pero todo se jodio mas cuando su hermana, Hayley, se quedó embarazada del gran hibrido, Klaus Mikaelson. Megan sabía con certeza que e...