CURSED BLOOD | KLAUS MIKAELSON

xi. is dead

Los Marshall se encontraban tranquilamente en la habitación de Hayley. Hope y Hayden estaban dibujando, sentadas en el suelo, Henrik corría de un lado a otro, diciendo que tenía poderes de supervelocidad, mientras que las madres de los niños estaban estiradas en la cama.

— ¿Tan malo es como para que no quieras contarme lo que pasó tras esa puerta? —preguntó Megan.— Quiero decir, te han degollado por extraerte a Hopy del cuerpo. ¿Qué tan malo puede ser?

Hayley rodó los ojos, pero mantenía una pequeña sonrisa en la cara.

— Es como cuando se te queman las galletas...

— A mi no se me queman las galletas. —Hayley la ignoró y siguió hablando.

— Aunque estén quemadas y feas, sabes que en otro caso, si no hubiera pasado, estarían buenas y bonitas, como siempre.

Megan río.

— No puedo creerme que hayas comparado a Elijah con una galleta. —alzó las cejas burlonamente hacia su hermana.— Pero entiendo lo que quieres decir. Creo.

Hayley volvió a rodar los ojos.

— Anoche te escuché discutir con Klaus. —comentó la mayor.

— Indudablemente se esta volviendo a convertir en el idiota que era cuando lo conocí. —suspiro y miro a Hayley durante unos segundos.— Nunca pensé que acabaríamos así.

— Tenemos tantas cosas encima que no se a que te refieres. Específica, Meg.

— En tu y yo teniendo hijos con el mismo chico. —comentó.— Se lo hubieras dicho a nuestras yo de 18 años y no se lo hubiesen creído ni aun que los cerdos volaran.

— Para nuestras yo de 12 hubiese sido una fantasía. —rio Hayley.

Meg miró a las niñas.

— Espero que a nuestras chicas no les pase lo mismo.

Hayley fingió un escalofrío.

— Gracias a dios estaremos tú y yo ahí para impedirlo. —argumento.— Y todos sus tíos vampiros de mil años anti-novios.

. . .

Hayley se llevó las manos a la cara, mostrando intranquilidad, Meg a su lado la miró con lástima. Freya sostuvo durante segundos el colgante donde estaba metido Elijah, que al parecer, se estaba comenzando a romper.

— A pesar del hechizo que lance, la integridad del colgante se vuelve inestable. —confesó Freya dejando el colgante sobre la mesa.— No podrá contener el alma de Elijah mucho tiempo. Debemos averiguar cómo resucitarlo esta noche o podríamos perderlo para siempre.

— Para eso, hace falta más poder. —murmuró Hayley.

— Deja que adivine: un gran sacrificio. —dijo Klaus con su usual tono de sabelotodo.

— Matemos a nuestra enemiga y sacrifiquémosla. —habló Freya.— Así podre canalizar el poder del Vacío, revivir el cuerpo de Elijah y poder traerlo de vuelta.

— Lo hemos intentado todo. —les recordó Megan.

— Y estamos cerca. —aseguro la bruja.— La sangre de los Labonair es su debilidad. —miro a las Marshall.— Vuestra sangre la debilito, pero, técnicamente, lleváis años muertas, así que no será suficiente para matarla. —explico.— Si forjaremos una espada con la sangre del último Labonair vivo...

— No queremos involucrar a los niños en esto. —intervino Klaus.

— Ya están involucrados. —insistió Freya.— Hayden y Hope han estado obsesionadas con el símbolo que sigue al Vacío. La serpiente que se devora a sí misma. —puso dos dibujos sobre la mesa.— Creo que ahí está la clave. Es el único modo de destruirla: su sangre. —las hermanas se miraron.— El Vacío es un extremo del linaje Labonair y Hope, Hayden y Henrik son el otro, así que debemos cerrar el ciclo. La mejor forma es que Megan y Hayley empuñen un arma forjada con la sangre de los niños. —suspiro.— Solo cuando la hiera, se podrá destruir al Vacío por completo.