82 | for the family

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Megan había hecho muchas estupideces a lo largo de su vida. Pero nada se comparaba con lo que había accedido a hacer.

Pero lo había hecho por la familia.

Y le debía a Hayley hacer todo lo que estuviese en su mano para que Hope se criara con Klaus, ahora que no estaba ella.

— Si queremos destruir al Vacío, debemos unificar su poder. —le había dicho Hope horas después del funeral.

Megan entendió lo que su sobrina quería decir, y pensó en que responder bajo su mirada y la de sus hijos.

— Tenemos que juntarlos, mamá. —insistió Henrik, Hayden puso una mano en su hombro.

Megan asintió.

— Ya es hora de una reunión familiar al estilo Mikaelson. —dictó.

Horas después, los cuerpos de Rebekah, Marcel, Kol, Elijah y Klaus yacían inconscientes dentro de un círculo de sal.

No había nada más Mikaelson que usar un hechizo para reunirlos.

Freya se sumergiría también en aquella cárcel mental, para así aparentar que eso había sido obra de los niños. La rubia insistió a la vampira que se adentrase en el hechizo, pero esta se negó, alegando que se veía incapaz de estar cerca de Elijah.

La Cambre de Chasse consistía en algo fácil; cada integrante debía encontrar su llave, para así abrir una puerta que los llevaría a un pasillo blanco. Cada puerta de dicho pasillo tenía un nombre, y cuando la persona pasara por su puerta, quedaría libre y despertaría del embrujo.

Pero había una trampa.

Todos podían abrir su puerta menos uno; Elijah. El vampiro debía recuperar sus recuerdos para poder liberarse del hechizo.

Y lo hizo. Con ayuda de Klaus.

Megan juro escuchar el grito desolado de Elijah cuando recuperó la memoria, incluso estando a cientos de metros de distancia.

Sin embargo, eso no bastó para que le diera pena.

Finalmente, el poder volvió donde una vez residió; a Hope y Hayden.

Megan cerró la puerta del despacho del complejo, sus manos temblaban y sus ojos escocían. Ya no sabía cómo mantenerse firme frente a los niños, su única opción era encerrarse en algún lugar y controlar su respiración hasta poder volver a dar la cara.

Se dispuso a darse la vuelta, y al hacerlo se detuvo de lleno.

— Las chicas están bien.

La ira rebosaba en los ojos de Klaus.

— ¿Acaso te has vuelto loca? Ese poder podría consumirlas. ¿O no te acuerdas de lo que pasó hace años?

— Ya no son niñas, Klaus. Lo iban a hacer con, o sin mi, y preferí ponerme de su lado a intentar detenerlas. —explicó.

Si esa disputa hubiera sucedido años anteriores, Klaus estaba seguro que Megan le hubiera chillado de vuelta, con amenazas incluidas. Pero esta vez se mantuvo serena.

— Sigue siendo peligroso. —alegó el híbrido.

— ¿Crees que no lo se? —cuestionó acercándose abruptamente a el.— Mientras tú viajabas por el mundo matando gente, yo estaba aquí, criando a esos tres niños. He dado la cara por esto, aunque sé que es peligroso, porque esos niños merecen crecer con su familia. Hayley hubiera querido esto.

— No uses a Hayley como comodín, Megan.

— No es un comodín, es la realidad, Niklaus. —se cruzó de brazos— Deberías ir a ver a los niños.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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CURSED BLOOD | KLAUS MIKAELSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora