viii. the other woman

801 80 45
                                    


Megan entró a la habitación donde se encontraban Elijah y Freya con Hayden en sus brazos.

— No creo que este sitio sea una buena guardería. —murmuró Elijah mirando de reojo a Tristan, quien estaba inconsciente y atado a una silla.

— He recibido tu mensaje y he venido, deja de quejarte Elijah. —espeto malhumorada Megan. Después suspiró.— Lo siento. Mattia se ha ido de casa, no se cuando volverá, o si lo hará.

— Meg... —intentó decir Freya.

— No quiero hablar del tema, quiero hacer sufrir a ese malnacido. —miro a Tristan fijamente.— Así que, decidme, ¿quién se queda con vuestra preciosa sobrina?

Freya sonrió.

— Ven aquí, pequeña. —Freya la cogió antes de salir de la habitación.

Elijah se hizo a un lado.

— Que aproveche.

Meg le sonrió antes de morder el cuello de Tristan, haciendo que del dolor este se despertase gritando.

. . .

Megan se retorció en el suelo junto a un gemido de dolor.

— Vaya, has tardado menos de lo que pensaba. —dijo una voz que Megan detestaba.— Ventajas de ser un híbrido, ¿no?

Megan se intentó incorporar, dándose cuenta en el acto de que estaba encadenada por varias cadenas, y de que estaba muy débil.

— Me has secuestrado, maldita psicópata.

— No te sientas tan importante, también la he secuestrado a ella. —señaló a Cami.

— Aurora, secuestrar está mal. ¿No te lo ha dicho tu psiquiatra? —dijo Meg como si le hablara a un niño.

Aurora la ignoro.

— Dime, ¿no es aquí donde nació tu sobrina?

— Si ya lo sabes para qué quieres que te lo diga. —masculló molesta.

— Eso quiere decir que aquí es donde te mataron las brujas, bueno, a ti y a tu hermana.

— ¡10 puntos para la secuestradora!

Meg frunció el ceño cuando Aurora río.

— Esta iglesia no ha traído mucha suerte a tu familia, ¿no?

— Has estado investigando por lo que veo.

— Aja. —asintió.— También se que fue aquí donde Marcel te dejo de bebe, y que fue el padre Kieran, el tío de Camille, quien se encargó de conseguirte a ti y a tu hermana una familia. —relato.— Aunque no salió muy bien según tengo entendido.

— ¿Qué pretendes con esto? —murmuró frustrada la hibrida.

— Nik se preocupa por muy poca gente, así que te busque. Internet es una maravilla y las personas hablan mucho.

— Es triste que apenas te enteres de eso.

— El caso es, que me entere de todo tu pasado. La hermana loba se acuesta con el gran híbrido y se queda embarazada de un bebe milagro. ¡Alucinante!

— ¿Qué pretendes con esto? —repitió la castaña.

— Estoy buscando similitudes entre nosotras. —se sentó en la banca que estaba enfrente suyo.— Nik ha estado obsesionado conmigo durante siglos, y ahora esta colado por ti.

— Que te puedo decir, soy encantadora.

— Estoy hablando en serio, Megan.

— Yo también, Aurora.

CURSED BLOOD | KLAUS MIKAELSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora