xv. "i want you"

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Megan caminaba tranquilamente por las calles de Nueva Orleans. Hayden estaba con Elijah, hacía un rato que había vuelto del pantano después de un par de días allí, dado que los medialuna ahora la necesitaban más que nunca tras lo de Mattia, y Meg no iba a fallarle a su gente.

La híbrida frunció el ceño con molestia, desde hacía un par de minutos escuchaba pasos tras ella. Al principio pensó que era una persona que iba por su mismo camino, pero para cerciorarse comenzó a ir por zonas poco concurridas, y la persona seguía tras de ella.

Cansada, Megan a velocidad vampírica arrinconó a la persona contra la pared de un callejón solitario.

— ¿Qué demonios? —farfulló.

— Bonita, ¿me sueltas?

Megan soltó a Klaus y se cruzó de brazos. La híbrida miró donde Klaus se había quedado mirando, su mano, donde había una mancha roja. Sangre. La chica se la limpio como si de pintura se tratase.

— ¿Desayunando?

— Algo así. —murmuró.— ¿Por qué me seguías?

— Es peligroso que vayas sola sabiendo la situación actual.

— No te ofendas, pero, actualmente te quieren mas muerto a ti que a mi.

— Eres una Mikaelson, eso también te hace estar en el punto de mira. —acotó suspirando.— Pensé que seguías en el pantano.

— He vuelto hace un rato, Elijah quería ver a Hayden, la cual ahora debería estar durmiendo mientras que su tío la observa dormir. —contó.

— Que tal con la manada.

Megan sonrió levemente.

— Todo ha cambiado en los últimos meses, pero adoran a Hayden. Después de todo, es la próxima alfa de la manada Medialuna. —comento.— Sin embargo, no estás aquí por eso, estás aquí porque desde que Davina deshizo estás aterrado.

Klaus abrió la boca indignado, dispuesto a defenderse.

— No intentes negarlo, te conozco más de lo que crees. —entrelazo sus brazos.— Caminemos. —ordeno.

Klaus la obedeció sin mostrar ningún tipo de oposición.

— No puedes probar que el roble blanco no existe, tampoco puedes vivir con el miedo a algo que quizá no exista.

El rubio suspiro.

— Odio sentirme tan inútil. —confeso.— Hace unas décadas, en medio de su incesante persecución en mi busca, Mikael desapareció sin dejar rastro. Ninguna bruja pudo dar con él. Yo vivía como si el acechara en cada esquina, hasta que un día yo también desaparecí. Corte todos los lazos y desaparecí.

— ¿Qué pasó con Elijah?

— Le dije que cuidaría de los cuerpos de nuestros hermanos. —dijo.— Decir que me distancie es quedarme corto.

— No quieres volver a ser ese hombre. —adivino.

— Ahora tengo más que perder.

Megan se detuvo en medio de una calle, Klaus la miró extrañado.

— Con tantos enemigos sueltos, ¿porque no te deshiciste de Aurora? —pregunto.— Se lo merecía, obligó a Cami a cortarse la garganta, y... —Megan se callo.

— Y estuvo involucrada en la muerte de Mattia. —completo por ella.— He visto y escuchado tu dolor por la pérdida de tu esposo, Megan. Eres la razón por la cual no le he concedido a Aurora una muerte rápida e indolora. —se acercó y con suavidad posó sus manos en sus mejillas.— Ha de sufrir por lo que te robo.

CURSED BLOOD | KLAUS MIKAELSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora